Por poco más de dos horas, los intrincados recovecos del casco histórico de Agüimes se transformaron anoche en las calles de la Judea de hace dos milenios. Fue con la representación de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, una función en la que en este 2017, año de sus bodas de plata, participaron casi 300 personas que buscaban mejorar el alto nivel de ediciones anteriores. Para ello rescataron personajes que nunca habían tenido escena propia y dieron más relevancia al pueblo hebreo.

"Este es un año especial por ser el vigésimo quinto aniversario y aunque llevamos la misma dinámica, estamos mucho más ilusionados y motivados", reconoció el director de la representación, Luis Antonio Rodríguez Romero, quien por cuarta vez consecutiva se puso al frente del que, con permiso del auto de Reyes, es el principal evento público organizado por la Asociación La Salle.

Para Fernando Romero Artiles la de ayer fue la segunda ocasión en la que daba vida a Jesús. "Este año lo afronto de otra manera, pero uno es consciente de la responsabilidad que tiene", explicó. La tradición forma parte de su vida desde pequeño: con sus 24 años de edad es más joven que el texto que se representa en Agüimes, titulado ?Y era el hijo del hombre y estrenado en 1993. "Soy nacido y criado en Agüimes, no entiendo la Semana Santa sin la Pasión porque yo siempre la he vivido", aseguró.

La comitiva arrancó con puntualidad a las 20.30 horas del parque de los Moros, donde estaba emplazado el primero de los escenarios de la representación. Fue aquí donde se desarrollaron escenas como la curación del ciego de Jericó o el encuentro de Jesús con sus discípulos.

La siguiente parada fue en la plaza de San Antón, adonde Jesús llegó a lomos de un burro seguido por la comitiva del pueblo hebreo. En este segundo escenario tuvieron lugar las puestas en escena de otros momentos destacados en el guion del Auto, como la última cena o la oración realizada en el huerto de los olivos.

El sistema de iluminación profesional y el equipo de sonido ayudaron a dar más realismo al Auto en el momento en que la comitiva alcanzaba la plaza de Nuestra Señora del Rosario. Las situaciones más dramáticas, como la muerte en la cruz o el entierro, fueron recreadas en este céntrico espacio. A las 23.00 horas, con la resurrección de Jesús, el Auto de la Pasión basado en el texto de Orlando Hernández Martín se despidió hasta su vigésima sexta edición.