Gran Canaria es la única isla que ha respondido a la llamada internacional para atender a los refugiados políticos y ha creado 40 nuevas plazas de acogida en el centro juvenil San Antonio Abad de Vegueta, donde ya residen 13 personas en espera de obtener el asilo definitivo en España. Esas dependencias están abiertas desde el pasado 21 de marzo y en los próximos días llegaran cinco nuevos desplazados por persecución política, según informó Juan Carlos Lorenzo, coordinador en Canarias de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), durante la visita del presidente del Cabildo, Antonio Morales, para dar a conocer las instalaciones.

Morales recordó que, con motivo de la crisis de los refugiados de Siria, hubo una llamada a las administraciones públicas para que pusieran plazas a disposición de esta causa, algo a lo que el Cabildo de Gran Canaria se comprometió también a través de un acuerdo plenario. Se trata de un espacio de 600 metros cuadrados en el corazón del barrio de Vegueta. Las plazas para asilo son ahora 71, 40 en la capital y 31 en Vecindario, donde además hay otras 38 para atención humanitaria, lo que suman un total de 109 plazas de acogida en la isla.

El nuevo espacio para solicitantes de asilo es un lugar "abierto a la convivencia", ya que las personas acogidas se suman a las usuarias del albergue, apuntó Morales durante el recorrido con el vicepresidente primero, Ángel Víctor Torres, la vicepresidenta segunda, María Nebot, la vicepresidenta tercera, Inés Jiménez, el consejero de Hacienda y Presidencia, Pedro Justo Brito, la consejera de Educación y Juventud, María Isabel Santana, y el consejero de Solidaridad Internacional Carmelo Ramírez.

El coordinador de CEAR en Canarias apuntó que el Estado está "procediendo con lentitud a la hora de reasentar y reubicar personas refugiadas". En cualquier caso, prosiguió, ya venían solicitantes a Gran Canaria antes de los procesos de reubicación y reasentamiento, y en cuanto llegue el momento de hacer frente a un nuevo grupo de personas, Gran Canaria ya está preparada. La apertura de estas plazas son "una buena práctica y una buena noticia", ya que más que duplican las existentes hasta ahora, todas en Gran Canaria, lo cual "también es significativo, es verdad que para otras administraciones es más complicado o no tienen la misma sensibilidad".

"Habría que extender esta buena práctica a otras islas, y agradecemos la apuesta de Gran Canaria desde hace 23 años con el de Vecindario", por el que han pasado 1.800 personas, detalló Lorenzo. Las que se acojan a las nuevas plazas tendrán en común que son personas perseguidas en sus países y serán adultos, salvo menores con sus padres, y serán atendidas por un equipo de profesionales, con el complemento de personas voluntarias, que trabajarán por su integración jurídica, social y laboral.

En una primera etapa de unos seis meses con especial hincapié en la atención psicológica y social, así como de enseñanza del idioma y formación ocupacional y, en una siguiente fase, en la que tendrán mayor autonomía, tal vez un piso alquilado, seguirán siendo acompañados en el proceso por CEAR.