La Aldea de San Nicolás vivió este pasado fin de semana un ambiente que sólo recuerda a los días más concurridos de El Charco, con una localidad a rebosar con miles de visitantes, animados a visitar su playa y casco urbano gracias a la apertura del nuevo túnel que la conecta con El Risco.

Son cientos de curvas menos que acercan al pueblo más remoto de Gran Canaria al resto de la Isla, y que supo acoger a sus invitados programando todo un plan de parranda que incluía talleres de pan artesanal, de tapas y de dulces, conciertos, rutas guiadas, puestos de comidas... y así hasta un treintena de actividades que, bajo el epígrafe Primavera de Sensaciones, atrajo la participación de unas 3.000 personas, a las que se añaden las que colmataron los restaurantes tanto del pueblo como los ubicados en el puerto aldeano, sin olvidar las que colapsaron los callaos en un día al que también se apuntó el sol para el estreno.

Y personas que se estrenaron descubriendo La Aldea por primera vez, como apunta el alcalde Tomás Pérez, lo que a su vez implica que su municipio, según afirma, "se ha convertido en un punto de destino". Pérez asegura que las 160 plazas alojativas que se distribuyen entre viviendas vacacionales, casas rurales y un hotel de 26 habitaciones colgaron el cartel de lleno, y que la directora de este último establecimiento le confesó que si llega a tener otro de las mismas dimensiones, "también se ocupa".

Para la misma fuente lo ocurrido este fin de semana fue "un Charco bis, cuando aún no es septiembre, con los bares, restaurantes y supermercados desde la calle Real, el valle y el litoral rebosando".

Lo curioso es que venían tanto del Sur como del Norte, para a su vez dar también por primera vez para muchos conductores la vuelta a la Isla, gracias a un túnel que, para mayor dato, según subraya Tomás Pérez, "es el más moderno de Canarias y el más largo con más de tres kilómetros de longitud".

La apuesta ahora del Ayuntamiento es la de animar a los empresarios tanto de la localidad como de otros puntos de la Isla a mejorar la oferta turística, incentivando la colocación de más plazas turísticas en el mercado, "porque eso supone riqueza para La Aldea".

Sin ir más lejos, este fin de semana también se celebró la sexta edición de las Jornadas de Turismo Rural y Activo, que se completaron el domingo con un descenso en bicicleta desde Tasarte hasta el parque temático Cactualdea.

Las perspectivas para esta Semana Santa siguen en esta línea, "siempre que el tiempo ayude", apostilla. Para convencer a los más escépticos Pérez pone cifras cronometradas, en las que ahora se recorren en apenas tres o cuatro minutos lo que antes costaba más de 15, con numerosas curvas y el consiguiente peligro de derrumbe.

Eso sí, aún quedarían cuatro años para lograr la otra mitad de la vía a Agaete, siempre y cuando se licitara, como se comprometió el Gobierno de Canarias, antes del 31 de diciembre de 2017.

Un ahorro de tiempo y dinero

Esa segunda parte, que va desde El Risco a Agaete, reducirá la distancia a ocho kilómetros de los cuales seis van bajo tierra, al que hay que sumar un puente de 535 metros que salva el barranco de El Risco. El precio de esa nueva actuación se licitará en torno a los 140-150 millones de euros, si bien se reducirá la factura cuando concurran las distintas empresas.

En cualquier caso la mitad ejecutada, a la que de momento aún le falta la conexión entre la salida del túnel y el valle, ahora en obras, ya es un buen reclamo para acercarse a La Aldea de San Nicolás, donde hay vecinos que la han llegado a recorrer hasta cuatro veces en una sola jornada, a darse un buche de café a El Risco y vuelta.

Y es que además de bajar los tiempos, la práctica línea recta entre un punto y otro también ahorra combustible y decenas de curvas "que implican más seguridad y menos gasto de dinero, lo que sin duda nos acerca mucho más", sentencia el alcalde, "a los servicios del norte y la capital y a todos los isleños que quieran visitarnos".