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Distinciones

Una mujer pionera de Ingenio

La corporación homenajea a Juana María de los Reyes Sánchez Maldonado Rodríguez, matriarca de los Boada Juárez e impulsora del principal archivo documental de la comarca

Doña Juana, con sus nietos Vicente y Juana Boada en el suelo de la finca familiar. LP / DLP

"Doña Juana". Así, sólo con su nombre de pila y el tratamiento de respeto, es como muchos aún recuerdan en Ingenio a Juana María de los Reyes Sánchez Maldonado Rodríguez. La figura de esta mujer que tras quedarse viuda a los 28 años decidió tomar las riendas de la finca familiar sigue siendo una referencia en el municipio en campos tan dispares como la industria agrícola o el patrimonio histórico, por lo que la corporación municipal ha decidido honrar su recuerdo con un reconocimiento que será llevado al próximo pleno.

"Muy contentos, estamos extraordinariamente contentos", reconoce su bisnieto Bartolomé Domínguez del Río Boada, que recuerda a su antepasada como una mujer "cercana, cariñosa reflexiva, paciente y nada beligerante, aunque con las ideas muy claras". Doña Juana permanece en su memoria -en la de toda la familia, en realidad- convertida en una figura "casi venerada" que fue capaz de crear una gran comunidad a su alrededor de modo que hoy, casi 40 años después de su fallecimiento, su personalidad sigue presente en todos ellos. "Se hacen referencias a ella cuando las cosas van bien y todos los hitos familiares y personales se acaban relacionando con ella", destaca el orgulloso vástago.

La relevancia de Doña Juana no radica solo en su papel como raíz de una saga que ha dado médicos, farmacéuticos o ingenieros que continúan trabajando en Ingenio, sino por sus continuadas contribuciones al municipios. Suya fue, por ejemplo, la decisión de unificar y conservar el patrimonio documental familiar, que se remonta al siglo XVI y está considerado por los expertos como el más importante del Sureste. "Lo que hizo fue darse cuenta del valor del contenido de esos documentos y de su importancia", explica su descendiente. La matriarca, explica, no sólo recopiló textos que cuentan la historia de la comarca, sino que "obligó a todos los que vinimos detrás de ella a tener consideración respecto a mantenerlos de forma unida".

Empresaria

Cuando doña Juana enviudó en 1914 -la tragedia no se quedó ahí, porque al año siguiente perdió a su primogénito- decidió no arredrarse y se puso al frente de la finca familiar hasta convertirla en una empresa agrícola, aunque no lo tuvo fácil. Como recuerda su bisnieto, aquel "era un mundo totalmente masculino y por muy poderoso que fueras o muy buenas relaciones que tuvieses, los roles estaban totalmente establecidos". Cargada con su empeño y su buen ojo, buscó consejo en expertos tanto de Ingenio como de la capital y logró mantenerse al frente de la hacienda hasta poco antes de su fallecimiento en 1980 con 94 años.

Su papel no se quedó ahí: durante décadas contribuyó al desarrollo de Ingenio cediendo tierras o abriendo caminos públicos en sus fincas que con los años acabaron convertidos en vías del municipio. Consensuó sus propiedades con el consistorio para urbanizar lugares como La Jurada o Algodones y tuvo un relevante papel en las parroquias del municipio aportando jarras o bandejas de plata y financiando restauraciones de retablos, en muchos casos de forma anónima. No sólo eso: participó también en la guarda y retorno de la primitiva talla de la Virgen de la Candelaria tras años desaparecida. "Para ella", recuerda su sucesor, "Carrizal e Ingenio eran el mundo, que empezaba y se acababa ahí".

El día 24, cuando se celebre el pleno en el que doña Juana reciba el reconocimiento del municipio, su familia no faltará. No podía ser de otro modo porque como concluye su bisnieto, "todos crecimos y nos hemos hecho lo que somos a su sombra, la que iluminaba, el faro del camino, era ella".

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