El Cabildo de Gran Canaria lanzaba ayer un mensaje en el que solicita a la población que extreme sus cuidados en las áreas forestales de la isla ante las temperaturas de más de 30 grados centígrados, vientos de más de 30 kilómetros por hora y una humedad relativa del aire por debajo del 30 por ciento que abre la denominada ventana GIF, siglas de Gran Incendio Forestal.

Esto en un día, el de ayer, en el que la capital de Gran Canaria marcaba la máxima de la isla al alcanzar los 35 grados a primeras horas de la tarde en en el barrio de San Cristóbal, mientras en Lanzarote, Tinajo con 35,7, se rallaba la del Archipiélago.

Así, por segundo día consecutivo se superaban con holgura los 30 grados, y lo hacían en lugares como Pájara, con 34,9; Agüimes, con 34,8; Maspalomas, con 33,9; el aeropuerto de Lanzarote, con 34,7; o el de Fuerteventura, algo más 'fresco' con 31,4. De tal forma que incluido el puerto de Mogán, donde se llegó a los 31 grados, prácticamente toda la vertiente sur grancanaria vivió otra tórrida jornada que también alcanzaba a las medianías de la isla, como los 33 grados anotados en la villa de Teror o los 31,1 de Valleseco.

Esta situación comenzará a remitir hoy a tenor de la predicción que lanza la Agencia Estatal de Meteorología, con un acusado descenso de las temperaturas que se hará notar especialmente en el litoral norte de las islas, si bien los cielos continuarán despejados salvo por la presencia de nubes altas.

También se espera una pequeña posibilidad de calimas en las zonas orientadas al sur y este. Pero el refresco de este abril que ha dejado una Semana Santa inusualmente cálida no llegará a 'cuajar' hasta mañana miércoles, que es cuando la Aemet espera una bajada significativa con un descenso de las máximas que será "notable", según lo califica, en las medianías de Tenerife y Gran Canaria, con vientos del nordeste que puede llegar con intervalos "más intensos en las islas occidentales".

Pero en cualquier caso, y dado este adelanto del verano en plena primavera, el Cabildo está actuando en dos frentes. Por un lado solicitando que durante estos días de calor se intenten evitar las barbacoas o las quemas de rastrojo, o en todo caso extremando los cuidados para evitar cualquier contingencia, así como uso de maquinaria como las sierras mecánicas o desbrozadoras que "generen chispas" y que son, según apuntan, una de las principales causas de la propagación de fuegos por negligencia en el monte.

Según informa el área de Medio Ambiente son precisamente en estas entregas de calor fuera de temporada -la que abarca desde el 1 de julio al 30 de septiembre-, una de las más delicadas "por la falta de conciencia de que el peligro ya existe, al igual que sucede en el mes de octubre, por lo que los servicios del Cabildo ya están pendientes de la situación".

Además informa que "en lo que va de año se han registrado cinco pequeños conatos de incendio, lo que supuso 0,0226 hectáreas quemadas, aunque ninguna en terreno forestal".

El otro frente de lucha contraincendios que realiza el Servicio de Medio Ambiente, se centra en las labores de silvicultura que se realizan a lo largo de todo el año, con " las quemas prescritas, que son necesarias para reducir la carga de vegetación seca y la virulencia del fuego en verano, el pastoreo y tratamientos selvícolas en las masas forestales, así como facilitando los aprovechamientos tradicionales de determinadas vegetación susceptibles de arder en la época del verano, como la pinocha y los restos de poda, y la concienciación ciudadana".

Con esos trabajos tratan, según explican las mismas fuentes, "de reducir la cantidad de masa vegetal acumulada en los montes que arde con facilidad y que permite la extensión del fuego". A ello se añade la creación de una serie de "cortafuegos que impidan la propagación de los incendios", además de incidir en la reducción de las imprudencias y conductas de riesgo, "que son la principal causa de incendio forestal", apunta Medio Ambiente.

El Cabildo cuenta durante todo el año con 130 personas dedicadas a estas labores, a los que se suman cerca de un centenar de refuerzo en la época de máximo riesgo, además de los dos helicópteros que de junio a noviembre son destacados en la base de Artenara.