El fiscal ha rebajado hoy de 20 a 15 años de cárcel la pena que pide para el hombre que mató a puñetazos a su madre de 87 años en el municipio de Teror, en Gran Canaria, en la madrugada del 3 de noviembre de 2015, al introducir como atenuante la confesión de los hechos por el acusado.

En la segunda sesión del juicio que comenzó ayer ante un jurado de la Audiencia de Las Palmas, tras concluir la prueba pericial, el fiscal Manuel Morales Santos ha considerado que ha quedado demostrado que el acusado, Juan Carlos S.D., de 53 años, mató de manera "cruel y violenta a su madre", no solo por su confesión, sino por los indicios periféricos.

Además, el fiscal ha señalado que el acusado, conforme a los que han expuesto los médicos forenses, estaba "totalmente convencido de lo que hacía, "lo sabía y lo quería", y que esos hechos constituyen un asesinato porque hubo alevosía, ya que entiende que "ideó un plan para anular la posibilidad de defensa de su madre y asegurarse su muerte".

El Ministerio Público ha incidido en que el acusado aprovechó que su madre estaba acostada y previsiblemente dormida -ya que ha puntualizado que los peritos no han podido constatar este hecho-, para acometer su acción y asegurarse de que no podía solicitar auxilio.

El crimen lo cometió a las 03.00 de la madrugada y previamente el acusado desconectó el aparato de asistencia de la tercera edad que disponía y descolgó el teléfono, lo que se ha demostrado por las motas de sangre halladas, ha indicado Morales, quien rechaza que la actuación del acusado respondiera a un estado de obcecación provocado por su madre, como sostiene la defensa