El pasado viernes, tras sufrir una larga y penosa enfermedad, nos ha dejado Juan Alonso, fundador y propietario de la empresa de hostelería Mallow en Santa Brígida. Su pérdida ha causado un enorme pesar entre las personas que acudían con frecuencia a sus establecimientos, sobre todo a sus amigos del municipio satauteño.

Juan nace en Santa Brígida el 24 de junio de 1953. Comienza muy joven a trabajar, con tan solo 12 años. Sus inicios comienzan en las Grutas de Artiles, realizando inicialmente todo tipo de trabajos: freganchín, camarero hasta llegar a jefe de barra. Posteriormente se traslada al aeropuerto de Lanzarote, siendo responsable de los negocios de hostelería que poseía la organización Artiles.

Inicia su aventura individual con un pequeño bar en Pedro Hidalgo, hasta que hace 45 años aproximadamente, inicia su proyecto más ambicioso. En San Mateo, inaugura el primer restaurante Mallow donde comienza sus primeros éxitos como empresario de hostelería. En su pueblo natal apertura su establecimiento más emblemático. Lugar de buen comer, reuniones, tertulias y celebraciones. Vuelve de nuevo a las Grutas de Artiles, organizando divertidos bailes y fiestas animadas.

Juan, tenía otra pasión, los caballos, propietario de la Cuadra Mallow, con gran éxito, participa en varias competiciones en las islas con exitosos resultados, obteniendo además trofeos a nivel nacional, en la foto podemos contemplar la celebración de alguno de sus triunfos.

Sin duda, sus hijos, Sergio, Oliver y Aridane, han sido fundamentales de los éxitos de Juan, heredando el talante, profesionalidad y predisposición para sus clientes y amigos. Siempre con una entrañable sonrisa, discreción y atento a cualquier detalle para procurar que sus clientes y amigos se sintieran como en casa, como así logro.

Como cabeza de familia, excelente y cariñoso esposo, padre y abuelo. Tus amigos de Santa Brígida queremos transmitir nuestro profundo pesar a su viuda Otilia Santana, sus mencionados hijos que continuarán su estela, a sus hijas políticas Carmen Estíbaliz Reyes y Diana Ventura, y como no, a sus nietos entrañables y por supuesto a sus hermanos.

El pasado sábado fue el acto del velatorio, con masiva asistencia de vecinos y amigos, así como la presencia de representantes de las corporaciones municipales de Santa Brígida y San Mateo encabezadas por sus respectivos alcaldes. Juan, querido amigo, descansa en paz.