La apertura de los túneles del Andén Verde ha convertido al centro de control de Arguineguín en el principal punto de vigilancia de la red de carreteras de Gran Canaria, con más de 200 cámaras que velan por la seguridad de los conductores durante los 365 días del año. En las pantallas del panel de mandos están enfocados de forma permanente las entradas, salidas e interiores de los diez grandes pasos subterráneos del Sur y de La Aldea, entre ellos los dos más largos del Archipiélago, los del Andén Verde, de 3.170 metros, y los de Taurito, de 2.450 metros.
El centro de control del Cabildo en Arguineguín está situado en la Autopista GC-1, entre los túneles del Barranco de La Verga (367 metros) y Balito-Heriberto Linares (1.200 metros). Entró en funcionamiento en el año 2003, cuando se abrió el tramo desde Pasito Blanco a Puerto Rico, donde existen cinco de estas galerías.
Las instalaciones se ampliaron en 2013 para albergar los equipos de seguimiento de los cuatro túneles del tramo Puerto Rico-Mogán. Por último, el pasado mes de abril se conectaron los dispositivos de vigilancia del túnel de La Aldea, el más moderno y seguro de toda España, según aseguraron sus constructores en la inauguración.
En el centro de control trabajan actualmente 17 personas, en turnos de 24 horas, y siempre hay dos operarios de sala frente a las pantallas y ordenadores, según explicaron ayer el consejero de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria, Ángel Víctor Torres, y la jefa de explotación de túneles, Rita Rotger.
Seguridad
Otras 15 personas se encargan de la vigilancia de los túneles del Andén Verde, aunque allí solo hay operarios de campo para atender las posibles emergencias, un mínimo de dos operarios durante las 24 horas. En caso de desconexión con el centro de Arguineguín, existe otra sala provisional de control en la entrada sur del Andén Verde, que entraría en funcionamiento de forma automática.
La seguridad de los grandes túneles de Gran Canaria se refleja en un dato. Desde que se abrió el centro de Arguineguín en 2003 no se ha registrado ningún accidente mortal. El momento de mayor peligro, recordó Rita Rotger, se vivió hace unos años, cuando un vehículo de alquiler, descapotable y ocupado por turistas, se incendió dentro del túnel de Balito. Por las pantallas vieron como una de las pasajeras quedaba herida al saltar del coche de forma apresurada.
Un incendio es la peor pesadilla dentro de un túnel, porque el fuego, y sobre todo el humo tóxico, pueden afectar no solamente a los ocupantes del vehículo siniestrado, sino alcanzar a las demás personas que se encuentren en el interior en ese momento, comenta la jefa del centro.
Existen tres niveles de emergencia y los protocolos de actuación están muy claros. El nivel 0 es para incidentes leves, como un vehículo parado en la vía o una persona caminando dentro del túnel, y en ese caso se procede a poner señales para advertir de ello a los demás conductores. Si es necesario se cierra algún carril.
El nivel 1 es para accidentes graves, como un choque entre vehículos o un vuelco, y el protocolo obliga a cerrar el túnel para que accedan los equipos de emergencia (ambulancias, Guardia Civil de Tráfico, grúas). Por último, el nivel 2 se establece para los accidentes con incendios y se procede a cerrar todo ese tramo de la autopista, de forma que puedan actuar sin obstáculos los bomberos, ambulancias o helicópteros de evacuación.
En los casos de incendio, desde la sala de Arguineguín se avisa inmediatamente al 1-1-2 y es ese servicio de emergencias del Gobierno de Canarias el que coordina a todos los cuerpos de seguridad. En todos los incidentes, leves o graves, los implicados deben seguir las instrucciones que se le dan por la megafonía, generalmente abandonar la calzada y dirigirse al punto de evacuación más cercano. La práctica totalidad de los túneles de reciente construcción son de dos bocas, una para cada sentido de circulación, y están unidos por galerías. En caso de incendios o colisiones graves, se recomienda usar esas galerías para pasar al otro túnel o dirigirse a la boca más cercana, siempre que sea visible y no haya obstáculos.
Grabaciones
Las cámaras son capaces de detectar un incidente de forma automática y hacer un seguimiento con el resto del sistema de grabación, incluso aunque no haya operarios en la sala de control.
Esta seguridad contrasta con la existía en los antiguos túneles de la Isla, estrechos y oscuros. De hecho, en la antigua carretera del Sur, la GC-500, en los pasos subterráneos de Medio Almud y Tirataña, se han registrado los últimos accidentes con víctimas mortales, en concreto ciclistas y motoristas atropellados en el interior.
Desde el verano de 2005, el de Medio Almud ha sido escenario de cinco accidentes graves con ciclistas. Dos de ellos perdieron la vida tras ser arrollados por guaguas. Para mejorar la visibilidad en esos túneles, algunos de pocos metros de longitud y construidos a principios del siglo pasado, en los últimos años se ha instalado un sistema de iluminación con lámparas LED, señaló el consejero Torres.
Además de los túneles, el centro de control de Arguineguín vigila con cámaras casi toda la autopista del Sur y la nueva carretera de El Risco a La Aldea, que se abrirá completamente al tráfico a principios de este verano.
En el interior de los túneles se han instalado 197 cámaras de seguridad, 35 en el tramo de Maspalomas-Arguineguín-Puerto, 98 en entre Puerto Rico y Mogán, y las otras 64 en el Andén Verde. A ellas se suman otras 38 videocámaras en el exterior, 13 desde Jinámar a Arguineguín, 13 en el tramo de Puerto Rico, 10 en Mogán y dos en La Aldea, recalcó el responsable de Obras Públicas, quien señaló que los otros 10 grandes túneles de la Isla, los de la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria, se vigilan desde en el centro de control situado en la playa de La Laja.
El proyecto de la segunda fase de la carretera de La Aldea, en el tramo Agaete-El Risco, contempla la creación de un tercer centro en esa última localidad para vigilar los túneles del Andén Verde y los que se construirán en el Macizo de Faneque, el Barranco de La Palma y Guayedra.
Velocidad
Estos modernos sistemas de vigilancia también permiten realizar estadísticas de volumen de tráfico, circulación de vehículos pesados o velocidades dentro del túnel, pues existen espiras de detección a la entrada y a la salida. Las imágenes, que quedan grabadas las 24 horas del día , son requeridas en algunas ocasiones por la Guardia Civil o la Policía Nacional para intentar esclarecer accidentes o delitos.
La red insular de carreteras, la que depende del Cabildo, tiene unos 1.500 kilómetros de longitud, de los que medio centenar discurren en túneles, apuntó el consejero de Obras Públicas. En el centro de Arguineguín se controlan unos 24 kilómetros subterráneos, 12 kilómetros en cada sentido (7.300 metros en la GC-1 y 3.200 en el Andén Verde).
El gobierno insular, precisó Torres, destina 1,5 millones de euros al año para el mantenimiento de estas instalaciones, una cantidad que crecerá con la incorporación a la red del tramo de La Aldea, que cuesta 800.000 euros anuales.
