La 21 edición de la feria equina de La Culata de Tejeda se ha saldado con un 'overbooking' de burros y otros animales que han dejado pequeño al amplio recinto en el que se dan cita decenas de cuadrúpedos y cientos de bípedos, para participar de las fiestas de Fátima en el precioso pago tejedense.
La organización, en la entrega de premios posterior al 'análisis' de las cualidades del burro majorero y sus parientes los mulos, hacía saber al público en general y especialmente al alcalde allí presente, Francisco Perera, la necesidad de ir buscando otro echadero en condiciones, visto el éxito.
El propio Perera ilustraba de un paisaje en que muchos de los burros tuvieron que ser amarrados a la vera de la carretera, lugar al que se desplazaban los veterinarios a pasar revista del material rodante para elaborar la lista de premiados.
La de La Culata es la única feria de Canarias dedicada específicamente a los burros de la tierra, el majorero, una iniciativa creada hace dos décadas por Fernando Alba conjuntamente con vecinos del pago cumbrero con el objetivo de preservar la infatigable raza a la que se le debe siglos haciéndose cargo de los trabajos más duros del campo.
A lo largo de los años ha ido creando una afluencia de incondicionales, que cada edición va a más, para disfrutar tanto de la propia feria como del posterior almuerzo colectivo, con frangollo de postre como el que se ofrecía ayer, y que se celebra en el local de la asociación vecinal. El día se remata con una rama por las importantes cuestas del sitio, con el vecindario saliendo a zaguanes y cancelas para ofrecer un buche de aliento, pero mayormente de ron.
La banda Guiniguada se encargó de amenizar la segunda parte del día, ya con la demografía más atemperada, para ir abriendo el camino a la segunda actuación musical de la jornada con la parranda Amigos de Tejeda.
Fernando Alba, que entregaba los numerosos premios por todo tipo de condición de burros, burras, mulos o mulas, en sus calidades de pollinos o ya crecidos, aludía al papel que ha ejercido en Canarias y en el mundo uno de los animales más nobles de todo el bestiario, y que fueron "utilizados para el acarreo y, en ocasiones también para el arado, dada la complejidad de nuestra geografía y el cultivo en terrazas, a veces sólo accesibles para estos animales".
Además recuerda que esos mismos senderos y caminos por los que hoy se transita por el interior de la isla les debe a los burros un peaje por su infatigable papel en el trazado de esas vías, y que ahora son cada vez más "frecuentadas por numerosos senderistas de la isla y del extranjero".
La buena acogida de la feria de ayer además es una reconfortante noticia para la asociación equina de La Culata, ya que con parte de los recursos económicos que genera se sufragan los gastos del verdadero corazón de la fiesta, que se encuentra algo más arriba, en los Llanos de La Pez y Pargana, donde se ubica el centro de recuperación de la especie, y que sigue en funcionamiento a pesar de la que cada menos ayudas de las administraciones públicas, con excepciones como el Ayuntamiento de Tejeda.
También participa del encuentro La Caixa, que además de una aportación económica, está a cargo de las copas que se entregan a los premiados, así como la distribuidora Capisa, que es la que ofrece los sacos de pienso y mezclas de comida, que son repartidos entre los ganaderos asistentes, sin olvidar a la Facultad de Veterinaria de la ULPGC, siempre atenta al cuidado y mimo de estas joyas orejudas.
