El principal núcleo costero de San Bartolomé de Tirajana se prepara para celebrar sus fiestas patronales, en honor a San Fernando, del 25 de mayo al 4 de junio. El camellero Juan Ramírez, que paseó a celebridades y miles de turistas europeos durante la segunda mitad del siglo pasado por las Dunas de Maspalomas, aderezará el inicio de los festejos con sus recuerdos y anécdotas.

Un día antes de que rescate en público los innumerables atardeceres que ha disfrutado a lomos de camello junto al Faro de Maspalomas, Juan Ramírez cumplirá 83 años y 10 meses.

Llegó del norte de la Isla al Sur a trabajar en los tomateros de El Berriel cuando aún era un chiquillo de pantalones cortos. Tras probar en el sector de la construcción, se le abrió una ventana al mundo el 2 de agosto de 1966.

La llegada de los suecos y luego de alemanes y británicos a San Bartolomé de Tirajana le llevó hasta "el charco", aledaño al Faro de Maspalomas, para coger las riendas de dromedarios y caballos.

Cabalgó durante cerca de 30 años de su vida por los arenales de San Bartolomé de Tirajana a lomos de estos animales. Conversó con miles de visitantes en "alemán, sueco, francés e inglés" sin pisar la escuela. "Las propinas" de la época le hicieron aprender al trote cualquier idioma que montara en su sendero diario. Y su sonrisa amable iluminó las estampas más exóticas del destino turístico.

Ahora, que goza de tiempo libre para recapitular en un discurso las anécdotas del oficio, se siente "afortunado" de haber contribuido al desarrollo de la principal industria de Gran Canaria.

Entre jolgorios en el club de pensionistas y viajes a los países de origen de los que fueron durante décadas sus clientes asiduos, ha sacado tiempo para compartir el próximo 25 de mayo con su pueblo de adopción algunas pinceladas de su trayectoria al borde del Faro.

"Cuando llegué a San Fernando tuve que trabajar mucho en la tierra a cambio de unas pocas pesetas. Ahora tengo una casa de tres pisos en el Patronato y dos nietas que cantan en la coral de Maspalomas. Me ha ido bien en la vida. No me puedo quejar", asegura el antiguo camellero junto a miembros de la comisión de fiestas, que preside Benito Pérez.

Tras su pregón, San Fernando disfrutará de 10 días cargados de actividades para toda la familia.

El encuentro de Masparranda, con el tradicional juego de la soga entre casadas y solteras, la romería con parada en ventorrillos y chiringuitos y la quinta edición del Festival Insular de Folclore, con jolgorio de siete agrupaciones, nutren de tradiciones al pago pesquero.

El mercado de segunda mano en Timanfaya, el torneo de Play Station y el concurso de DJ, que cumple ya cinco ediciones, configuran los principales atractivos de las fiestas para los jóvenes.

Los pequeños cuentan con su propia gala de elección de la reina de San Fernando, fiesta de cumpleaños y el espectáculo de La Patrulla Canina. Y los mayores, con la visita de Pepe Benavente en el centro sociocultural.

La velada de caldos y tapas, que el año pasado atrajo no solo a residentes sino también a decenas de huéspedes de hotel, se presenta como el plan perfecto de una noche de viernes de primavera. Los Lola y el grupo Mixtura Cromática, residente en el municipio, darán la nota durante la muestra gastronómica del próximo 2 de junio en la plaza de San Fernando.

Este año la comisión de fiestas ha querido reservar un espacio destacado en el programa de actividades para rememorar a dos almas de San Fernando: el solista Ico Arrocha y el vecino Ezequiel Pérez, más conocido como Quelo. Ambos fueron promotores de las tradiciones y las fiestas del Sur de forma altruista.