Juncalillo, pueblo del municipio de Gáldar situado a 1.260 metros sobre el nivel del mar, intentará ser un núcleo para el turismo rural y sostenible de montaña. Pedro Hernández y Airán Cubas presentaron un proyecto para volver a traer a la vida el antiguo albergue del pueblo. El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, adjudicó a la pareja el inmueble municipal situado en las medianías. "Queremos volver a dotar la zona de un lugar de alojamiento y servicio de restauración", explica Hernández, originario de Vecindario pero apasionado del monte y lo rural.
Su compañero, Cubas, se crió en el pueblo de Juncalillo y, tras meditarlo, decidieron embarcarse en su particular retorno a lo rural. "Queríamos escapar de la ciudad", reconoció. Ambos han decidido embarcarse en esta aventura para fomentar el turismo rural. "No todo es sol y playa", dijo Hernández, quien ya tiene experiencia previa en locales de ocio y restauración. El plan de ambos es intentar dar un valor y crear un punto que dinamice Juncalillo, pueblo de apenas 400 habitantes según su censo, pero que apenas llega a los 50 residentes.
El pueblo tiene una larga tradición religiosa, ya que ha dado a la Iglesia 26 clérigos y 33 religiosas. "Es parte de la historia de aquí", comentó Cubas, reconocido en todo el núcleo urbano. Ambos tienen un sentimiento por la etnografía y las tradiciones canarias. "Queremos revitalizar toda la zona", detalló Cubas. La pareja quiere crear el que sería el único hotel rural de los altos de Gádar y Artenara. "Cualquiera que quiera pernoctar en estas zonas de la cumbre no tiene donde hacerlo", explicó Hernández. Según ellos, esta es una de las claves que les catapultarán al éxito. El hostal contará con un gastrobar, La Posada de Juncalillo. "Lejos de los típicos bares", según Hernández.
La idea de ambos es potenciar la gastronomía autóctona. "Queremos ofrecer productos de kilómetro cero", recalcó Cubas. De esta manera ayudarían a los agricultores y productores locales para ofrecer sus productos. "Hay que enseñar al visitante las costumbres locales, no vale encerrarlos y que coman de buffet", explicó Cubas, quien reconoció que los vecinos del pueblo están motivados con la propuesta de la pareja. "Lo hacemos por el bien de Juncalillo, para iniciar una economía sostenible y para todos", añadió.
Los senderistas, montañistas y ciclistas son su principal "target". "Queremos ofrecer a otras empresas a que tengan su puesto con nosotros, por ejemplo de bicicletas, para que puedan disfrutar del entorno", aseguró Hernández, quien está trabajando con el Ayuntamiento para organizar excursiones al Risco Caído y Barranco Hondo desde el hostel, además de una estrategia en internet para atraer extranjeros.
Pese a que están en plena reforma, la pareja adelantó que el próximo 3 de junio abrirán el gastrobar, y ya en agosto, coincidiendo con las fiestas patronales, el hostal. "Queremos invitar a todos a que pasen un rato agradable lejos de la ciudad, disfrutando de lo rural", explicó Cubas.
