Una prueba evidente del desgaste físico que supone el trabajo de camareras de piso es que el 30% de estas empleadas toma calmantes o antidepresivos a diario, según datos de la consultora Birced. Oguz Birced, consejero delegado de esta firma, destacó ayer que este problema se debe a la falta de conocimiento por parte de estas trabajadoras sobre las posturas o movimientos que deben evitar en sus tareas para no sufrir dolores musculares.

Para ayudar a estas profesionales de la hostelería a que el desarrollo de su trabajo no les ocasione tantas molestias, esta consultora ha puesto en práctica un método en el que se les enseña que la "energía que invierten en su trabajo revierta hacia su salud de forma beneficiosa". El sistema ya se ha impartido a unas 1.500 empleadas de Canarias, de las que unas 500 forman parte de las plantillas de los alojamientos del Sur de Gran Canaria, y con el fin de que puedan beneficiarse de esta formación más trabajadoras de la hostelería de Las Palmas, el consejero delegado de Birced, Oguz Birced, y el vicepresidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo, Tom Smulders, que también dirige a los extrahoteleros, suscribieron un convenio de colaboración que cuenta con fondos europeos.

El consejero de la consultora destacó que el "duro" trabajo que desarrollan las camareras de piso exige una energía que es propocional a una hora de entrenamiento diario, comparable incluso a la de cualquier atleta, que si saben como deben hacer los movimientos se puede convertir en "un reto saludable más que en una carga". Puso como ejemplo que en labores como barrer se pueden evitar los efectos dolorosos a largo plazo si se saben cuidar las posturas. El método es aplicable también a los cocineros.