El presidente del Cabildo, Antonio Morales, aseguró ayer que el gas es "un obstáculo" para la penetración de las energías renovables y justificó su eliminación en el nuevo Plan Insular de Ordenación (PIO) de Gran Canaria. "Pensé que eso ya estaba absolutamente claro; el gobierno del Cabildo, en su proyecto para este mandato, descarta que el gas sea el elemento de transición o que nos permita avanzar en la soberanía energética que pretendemos", recalcó.
Morales se mostró sorprendido por el eco que ha tenido la desaparición de la hipotética planta regasificadora del planeamiento insular y consideró que "son las renovables las que deben ocupar ese lugar, pues Gran Canaria tiene la suerte de que la alternativa al gas es la central hidroeólica de Chira-Soria, algo que desgraciadamente no tienen en otras islas". El salto de agua entre esas dos presas, recordó Morales, genera 300 megavatios, casi un tercio de lo que necesita la Isla, pero "también es una gran pila de almacenamiento para la penetración de las renovables".
El presidente negó de forma tajante que Gran Canaria pierda competitividad con respecto a Tenerife por renunciar a la planta regasificadora. "En absoluto, como se pierde competitividad es con la penetración del gas y eso se va a demostrar; hace apenas diez años nos llamaban ilusos a los que apostábamos por las renovables, pero resulta que hoy día en Canarias es mucho más barato producir energía limpias", agregó.
También rechazó las críticas que aseguran que los barcos se tendrán que ir a Tenerife para abastecerse. "Son dos tipos de gas distintos, una planta regasificadora no tiene nada que ver con el suministro de gas licuado, independientemente de que eso también es cuestionable", explicó.
Depósitos en el puerto
Según Morales, en todo el mundo no hay más que 192 peticiones para instalar motores de gas en los barcos. "Los armadores -sostuvo- no se arriesgan y en todo caso lo que están planteando es un modelo dual, pero ese es otro debate, simplemente con los depósitos en el Puerto es suficiente, no hace falta una regasificadora".
El presidente opinó que promover el gas en estos momentos es obstaculizar la implantación de las energías limpias, porque habría que realizar una inversión cuantiosa que después se tendría que amortizar. "La Agencia Internacional de la Energía dice que la apuesta de las instituciones públicas y de las empresa privadas debe ser por las tecnologías renovables y no volver a atrás", apuntó.
En el caso de España, Morales dijo que "hasta estos momentos se han realizado inversiones por más de 27.000 millones de euros en plantas energéticas de ciclo combinado que ya se han quedado obsoletas". De ellas, diez están cerradas actualmente y otra, la de Gijón, está construida y sin inaugurar. También recordó la paralización del proyecto de Gas Castor en la costa de Castellón. A su juicio, no son operativas porque ya es mucho más barato producir energía con la eólica o la fotovoltaica.
"Si se hace una inversión de 400, 500 o 1.000 millones para la penetración del gas, se tendrá que amortizar y al final lo acabaremos pagando todos de nuestro bolsillo, porque las grandes empresas regasificadoras están pidiendo indemnizaciones al Estado", comentó. Al respecto, precisó que Iberdrola está reclamando 400 millones al Gobierno de España porque le ha cerrado la central de Arcos de la Frontera.
Frente a las críticas de los grupos opositores, Morales recordó que el Cabildo, incluso en la etapa de José Manuel Soria, ha aprobado mociones por unanimidad para rechazar la ubicación de la planta en Arinaga, siempre en el sentido de que el gas no es la alternativa para esta Isla. "Lo que hemos hecho ahora, simplemente, es cumplir que ese mandato del Cabildo se traslade al Plan Insular", subrayó.
Tras insistir en que "el futuro son las renovables", puso como ejemplo los cambios de modelo que han realizado el hotel Cordial de Mogán, que sustituyó el gas propanado por la biomasa tras el accidente que mató a dos personas, y el Gloria Palace, que ha apostado por la aerotermia.
La eliminación de la regasificadora del nuevo documento del PIO, adelantada ayer por este periódico, fue criticada por tres grupos de la oposición del Cabildo, el PP, Unidos y CC, que con matices reclamaron que el gas se utilice como energía de transición hasta la llegada de las renovables.
El portavoz del PP, Felipe Afonso el Jaber, rechazó que el gas desaparezca del planeamiento energético del futuro y recordó que su instalación "no estaba prevista para el próximo mes, el próximo año o el próximo lustro", por lo que no entiende los motivos para su eliminación. "Como el gobierno ha decidido iniciar de nuevo la revisión del PIO, pues lo tiene que justificar de alguna manera, pero en este momento no hay ningún proyecto del gas, solo resignación, por lo que nuestros barcos tendrán que ir a Tenerife o ponerlo en grandes depósitos en el Puerto".
Al respecto, Afonso consideró "una contradicción" que Morales apueste por el almacenamiento portuario. "Son fuegos artificiales para desviar la atención del problema real del Cabildo, que es la parálisis, los casos de transfuguismo y el retraso del PIO", añadió.
Mix energético
José Miguel Bravo de Laguna, portavoz de Unidos, criticó que el gobierno de Nueva Canarias y PSOE liquide ese asunto sin consenso y sin un mínimo debate político de las ventajas e inconvenientes del gas. "Eliminar el gas del PIO cercena la posibilidad del mix energético en la Isla; Unidos siempre apostará por las energías limpias y renovables, pero sabemos que hay un tránsito de muchos años en que quizás nos aventaje la isla de Tenerife si se implanta allí una regasificadora", opinó.
El expresidente del Cabildo calificó de "demasiado radical" que se elimine completamente en el PIO y que se derogue el Plan Territorial de Hidrocarburos. A su juicio, en estos dos años de gobierno de Morales "no se ha avanzado prácticamente en nada y el mix energético sigue dependiendo del gasoil y el fuel-oil".
Fernando Bañolas, portavoz de CC, declaró que su partido siempre ha opinado que el gas es una energía de transición de los hidrocarburos a las renovables. "Pero también hemos dicho claramente, desde el presidente Clavijo al consejero Pedro Ortega, que el Cabildo es soberano para decidir y que si el Cabildo renuncia al gas hay que respetarlo. Nosotros creemos que eso pone a Gran Canaria en desventaja con respecto a otras islas, pero es un decisión del Cabildo y son sus gobernantes los que deben explicarlo", concluyó.
