Ha estado ausente del Cabildo durante estos tres últimos meses por enfermedad. ¿Ya está recuperado?
Estoy bastante recuperado. Me quedan algunas pruebas por repetir, en el mes de junio, y creo que me podré reincorporar antes de acabar el verano, esa es mi idea. Como a todo en la vida, a los avisos hay que hacerles caso, y cuando uno tiene dos avisos seguidos lo prudente y lógico es parar, recuperarse y después volver a dar todo lo que uno pueda dar.
En ese tiempo han ocurrido muchas cosas en el Cabildo, como la ruptura del pacto de gobierno tripartito y el pase de dos consejeros de Podemos a los no adscritos.
Han sido meses interesantes en el Cabildo y me hubiese gustado estar en algunos plenos, como en el que se habló de transfuguismo.
¿Por qué en ese?
Pues para recordar que el PP y Bravo de Laguna se apoyaron en dos tránsfugas de mi partido en el anterior mandato. Y que por eso fueron criticados muy duramente por el PSOE y NC. Recuerdo cuando hace tres años resonaban las palabras en el Pleno, cuando los dirigentes del PSOE y de NC arremetían casi con insultos contra el PP y sus tránsfugas. Y también como han resonado las palabras de Podemos, que culpan de todo a los demás partidos, pero cuando llega el momento de la verdad son iguales que el resto y hacen lo mismo que el resto. Y sobre todo, no entiendo a Antonio Morales, alguien que se ha situado por encima del bien y del mal en este asunto del transfuguismo y ahora mira para otro lado. Y se inventa informes y subterfugios para justificar que se está apoyando en tránsfugas para gobernar.
Sin embargo, durante los días de la ruptura del pacto tripartito, CC guardó un exquisito silencio y no se sumó a las críticas del resto de la oposición al transfuguismo. ¿Fue solo por su enfermedad?
No me había sumado porque estaba de baja y entiendo que en esa situación no debía hacer ningún comentario. Ahora concedo esta entrevista porque es un momento especial, voy a dejar la secretaría insular de CC después de unos cuantos años, empiezo una nueva etapa y es bueno comunicar esas decisiones. Me he mantenido al margen, pero aprovecho esta ocasión para decir que creo que NC y el PSOE se equivocan al amparar a los dos consejeros que se presentaron por un partido político y han acaban gobernando con una formación que no es la suya. Y también aquellos que han hecho exactamente lo mismo en el pasado y ahora lo critican.
¿Cree, entonces, que María Nebot y Miguel Ángel Rodríguez son tránsfugas?
Claro. Y ellos mismos lo saben. Interiormente ellos son conscientes de que son tránsfugas, pero quizás les reconforta pensar que hay un informe por ahí que les permite seguir en el gobierno. Cada uno se conforma con lo que tiene.
Hace quince días, cuando los dos diputados de Podemos eran reacios a pasar a los no adscritos y el gobierno insular perdió una votación en una comisión del Pleno, los demás grupos del Cabildo miraron hacia usted porque su voto podría ser determinante. ¿Se sigue ofreciendo usted para apuntalar el gobierno de Morales en el caso de que haga falta?
Al inicio del mandato se barajó esa posibilidad y ya advertí entonces que el problema es que Morales no quiere pactar con CC. Seguimos en la misma tesitura. Hace dos semanas, cuando el ambiente estaba más caldeado, me llegaron algunos cantos de sirena en el sentido de que teníamos que hablar o retomar conversaciones, pero creo que Morales va a seguir en sus trece y seguirá con los tránsfugas. Nosotros, más que apuntalar al gobierno, estamos para apuntalar a Gran Canaria. Esta isla se merece un Cabildo fuerte y concentrado en su trabajo, no que aparezca en los medios de comunicación por otro tipo de cuestiones.
Estamos a mitad de mandato, ¿qué balance hace del gobierno de Antonio Morales?
Los grandes asuntos siguen empantanados. En el tema energético, por ejemplo, sigue parado el desarrollo de la central de Chira-Soria y tampoco se ven avances en los parques eólicos. Unas veces por causas del Estado o por las servidumbres aeroportuarias, y otras por culpa del propio Cabildo, por no tener al día sus documentos urbanísticos En el sector primario, el gobierno de Morales tiene un discurso muy bonito y se lo compro, pero en dos últimos años no se ha notado ningún cambio en la agricultura y la ganadería. En la parte de asuntos sociales hay más de lo mismo, con una alarmante falta de plazas residenciales. En el desarrollo urbanístico seguimos con un montón de planes territoria- les empantanados. La revisión del Plan Insular de Ordenación (PIO) ya acumula años de retraso. El turismo ha ido bien por el incremento del número de visitantes extranjeros, pero necesita- mos consolidar la oferta y renovar los alojamientos. Hay que reformar los espacios públicos y crear instalaciones que complementen la actividad turística, como los parques temáticos, pero todo eso está en veremos.
Este próximo fin de semana se celebra el Congreso de CC de Gran Canaria y deja la secretaría general, ¿qué valoración hará de su etapa al frente del partido.
Me ha tocado una época difícil. Asumí la secretaría insular cuando Manuel Lobo dejó esa responsabilidad y la tomé hasta el siguiente Congreso, en el que volví a ser elegido. Han sido momentos complicados para la política, para Gran Canaria y para CC. Arrancamos con unos acuerdos que no fueron positivos. Ya aventurábamos que el CCN no era de fiar y el tiempo nos dio la razón. Ahí perdimos la posibilidad de crecer en la Isla y de volver a tener tres consejeros insulares en este mandato. Unas veces se acierta y otros no, espero que en el futuro, si se busca algún acuerdo electoral con otra fuerza política, se piense mejor.
Pero no solo el fracaso con el CCN justifica el retroceso electoral en Gran Canaria.
Cierto. Se juntó la crisis económica con el hecho de somos un partido que lleva muchos años gobernando en Canarias y con la aparición de nuevas formaciones por el desencanto general con la política. En ese cóctel todo el mundo vaticinaba que CC iba a desaparecer en Gran Canaria, pero no fue así. Nos mantuvimos, incluso pese a problemas internos como la separación del proyecto de una parte de la agrupación de Santa María de Guía, lo que no ha sido un buen negocio para ese municipio. Es una situación complicada porque hay un discurso que ha ido calando en la población durante muchos años, el de que CC es ATI. Es un discurso manido y sobado que sigue dando resultados a algunos. Creo que teníamos que haber hecho un mayor esfuerzo en comunicar lo que ha hecho el partido y el Gobierno de Canarias para salir de la crisis.
Deja el liderazgo de CC en la isla, ¿qué influencia tiene eso en su labor en el Cabildo?
Ninguna. Voy a seguir trabajando aquí en el Cabildo. En estos dos años hemos hecho un trabajo intenso. Hemos apoyado todo aquello que es bueno para Gran Canaria y rechazado todo lo que consideramos negativo para el desarrollo de la isla. Y estamos vigilantes porque aquí se han prometido muchas cosas, pero sigue pasando el tiempo y los grandes proyectos siguen en el aire. Este gobierno de Morales es de mucho prometer y mucho anunciar proyectos, pero si miramos bien, Gran Canaria se va quedando rezagada respecto al desarrollo del resto de las islas.
¿Es Pablo Rodríguez, su previsible sucesor, el que puede recuperar a CC en Gran Canaria?
No debemos personalizar. Esto no va a mejorar porque sea Pablo o no sea Pablo, solo mejorará si todos acompañamos y trabajamos con Pablo. En el tiempo que yo he estado al frente de CC ha estado conmigo, hemos trabajado juntos, hemos cometido fallos, creo que la comunicación es un tema pendiente. Ya hemos hecho mucha autocritica sobre eso. Pablo, a pesar de su juventud, lleva mucho tiempo en política y sabe que no tiene un trabajo fácil, pero sabe que cuenta con todos, pero no solo desde el ámbito insular. Hay que trabajar muchísimo en todos los municipios, salir a la calle, estar con los vecinos y en los medios de comunicación. Hay que hacer un esfuerzo de ahora al año 2019 y estoy seguro de que lo van a hacer.
El talón de Aquiles de CC es la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, pero sigue sin tener una cara que le represente e identifique de cara al electorado de la capital.
Se va a intentar aumentar o mantener lo que tenemos en los municipios, presentarnos donde no estamos y, sobre todo, trabajar en Las Palmas de Gran Canaria. Hay una serie de fichajes nuevos que creo que van a dar ese rendimiento, como Pedro Ortega, Francis Candil, José Manuel Baltar, Conrado Domínguez, que nos van a ayudar a abrirnos más a otros sectores de la sociedad. Hay que abrir las puertas y que todos se puedan acercar. Hay mucha gente esperando a un proyecto que ayude a desarrollar a Gran Canaria porque están desencantadas con el PP y con el PSOE, que se han sucedido en los gobiernos del Cabildo y del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Hay una cuestión que me llama mucho la atención, y es que CC lleva casi veinte años sin gobernar en esas instituciones. Nos siguen achacando a nosotros todos los males cuando han sido el PSOE, el PP y ahora NC los que han estado gobernando en esta isla en las últimas décadas.
CC ya ha iniciado contactos con grupos municipales, co- mo los independientes de San Mateo o Ciuca en Mogán. ¿Puede haber también un acercamiento con el grupo Unidos de José Miguel Bravo de Laguna de cara a las próximas elecciones de 2019?
Nosotros siempre hemos apostado por acercarnos a formaciones de ámbito local, sobre todo las más próximas al nacionalismo, lo hicimos con Fortaleza en Santa Lucía o en Valsequillo. Ahora en San Mateo y lo intentamos con otros alcaldes a los que estamos ayudando a desarrollar su municipio. En su momento, el partido descartó entenderse con Bravo de Laguna en unas elecciones. Si ahora se decide que de nuevo hay que coger esa vía?, sentarse a hablar nunca es malo, otra cosa es que se pueda llegar a un acuerdo. Es verdad que somos dos formaciones con tendencias distintas. Nosotros pensamos en el desarrollo de toda Canarias, mientras que Bravo de Laguna se ha convertido en una fuerza insularista y ha buscado el frentismo. Parece que últimamente está abandonando esa senda. Será la nueva dirección de CC, de la que formaré parte, la que ponga encima de la mesa si volvemos de nuevo a buscar acuerdos con otras opciones. Con esas alianzas siempre será más fácil recuperar ese electorado.
Y a partir de este fin de semana, ¿cuáles son sus expectativas personales? ¿dejará la política activa cuando acabe este mandato del Cabildo?
Yo tenía muy claro que no me iba a presentar más a la secretaria general de CC de Gran Canaria, ya llevo un tiempo más que suficiente y hay que buscar nuevas caras. Y nuevas caras no significa juventud, sino simplemente nuevas caras. Mi idea para el futuro es seguir en la actividad política, quizá buscar un puesto más acorde a las posibilidades que yo tengo de seguir colaborando. Ahora lo que quiero es recuperarme, estoy en ese camino y me encuentro estupendamente. Si es por mí, mañana mismo estaría trabajando.
¿Y qué puesto es ese?
Durante bastantes años he estado en el ámbito municipal, también estuve en el Gobierno de Canarias, conozco la Fecam y tengo unos conocimientos que las administraciones públicas pueden seguir aprovechando. Mi intención es seguir trabajando en esta formación política.
¿Incluso en la lista del Cabildo un mandato más?
Podría ser. No creo que encabezando la lista, eso no. Se decidirá cuando llegue el momento, no quiero aventurar nada. Estaré a lo que digan los compañeros, tengo una convicción nacionalista muy profunda y no me voy a salir de ese ámbito. Cuando entienda que ya no tenga más que ofrecer en el ámbito de la política, pues volveré a mi trabajo de médico. Por lo pronto, lo que quiero es agradecer el apoyo a la gente que me ha ayudado en todo este tiempo al frente de la secretaría general de CC.
