El Gobierno de Canarias ha acordado este miércoles declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de zona arqueológica, el espacio denominado "Lomo de los Canarios-Playa del Risco" en Agaete (Gran Canaria).

Según ha informado la portavoz del Consejo de Gobierno, Rosa Dávila, se trata de un "importante emplazamiento prehispánico" integrado por numerosas construcciones habitacionales y funerarias que en su día formaron parte de un destacado asentamiento instalado en el tramo bajo de los cursos de los barrancos Güigüí Grande y El Risco, ambos en Agaete.

De hecho, el topónimo de Lomo de los Canarios hace alusión a la naturaleza arqueológica del sitio. El poblado presenta una organización espacial muy precisa, con la distinción de dos ámbitos definidos: de un lado, el espacio en el que se concitan las estructuras domésticas conocido como Lomo de los Canarios y, de otro, el Lomo del Risco o de La Montañeta, espacio reservado fundamentalmente a las prácticas funerarias (como así ocurre también en la zona de Laderas Blancas).

Los vestigios de este núcleo fueron descritos a principios de la década de 1960 por el comisario provincial de Excavaciones Arqueológicas, Sebastián Jiménez Sánchez, quien da cuenta de la relevancia del sitio haciendo alusión a su elevado número de espacios domésticos y funerarios prehispánicos.

En fechas posteriores, este yacimiento pasó a engrosar el listado de enclaves arqueológicos incluidos en la Carta Arqueológica de Agaete, documento en el cual se sigue poniendo de manifiesto su significación histórico-patrimonial.

Los criterios utilizados para la delimitación del BIC de la zona arqueológica de Lomo de los Canarios-Playa del Risco responden a una concepción unitaria de la realidad arqueológica de este enclave, atendiendo tanto al carácter integral del poblado descrito, como al relevante protagonismo del territorio donde se inserta.

Además, el Consejo de Gobierno, ha decidido aumentar el nivel de protección del BIC de la iglesia de Santa Úrsula, situada en el municipio tinerfeño de Adeje, lo que implica ampliar el entorno protegido y la inclusión de sus bienes inmuebles y pasar a consideración de Monumento.

Esta delimitación de su entorno se justifica por el hecho de abarcar la totalidad del entorno inmediato de la iglesia de Santa Úrsula, uno de los ejemplos de arquitectura religiosa más destacados de la isla de Tenerife.

Con ella se pretende preservar el ambiente urbano más inmediato al inmueble frente a futuras afecciones derivadas de obras o transformaciones físicas del espacio que generen impactos directos perjudiciales al templo o que dificulten la contemplación y estudio de los valores patrimoniales que dieron pie a su declaración.

Así, se incluyen en la delimitación las edificaciones con interés patrimonial situadas frente a las fachadas principal y lateral de la iglesia en las calles Grande y Concepción García Álvarez, con objeto de garantizar su conservación y ejercer una labor de control sobre las transformaciones que dichos inmuebles puedan experimentar en el futuro y su impacto sobre la relación visual y de conexión patrimonial con la iglesia.

Los bienes muebles que ahora quedan también protegidos por esta nueva calificación son 35 elementos entre los que se encuentran el órgano musical alemán, situado en el coro y que data del siglo XVIII (1765); el artesonado de madera policromada de la capilla Mayor, que data también del siglo XVIII, el retablo renacentista (de la Virgen de Candelaria), madera tallada y policromada, de autor anónimo, posiblemente del siglo XVI, así como esculturas, cuadros y piezas de plata como la Concha de Bautismo, cálices, incensarios, navetas y custodias