Los efectivos de la Unidad Presa 2 de la Consejería de Medio Ambiente y Emergencias atajaron el miércoles por la noche un nuevo fuego que se declaró cerca de unas viviendas en el casco de Artenara. "Me avisaron por teléfono los vecinos de que había un incendio a pocos metros de mi casa", desveló Francisca Melián, la única persona evacuada por el riesgo a que las llamas alcanzaran su vivienda situada en una ladera de La Atalaya.

El fuego se produjo en torno a las diez y media de la noche y por precaución fue desalojada la única vecina del lugar, en La Atalaya, una zona con abundante pasto y retama, pero la rápida actuación del personal insular especializado en extinción de fuegos forestales permitió darlo por controlado a las 23.10 horas.

Finalmente, el fuego pudo darse por extinguido, 'humo cero', a las doce y media de la madrugada, cuando se determinó que la superficie afectada había sido de media hectárea.

La Brigada de Investigación de Incendios Forestales del Cabildo de Gran Canaria ha iniciado asimismo las pesquisas para determinar la causa del fuego.

Los vecinos de La Atalaya sospechan que el fuego pudo ser provocado debido a las horas a las que se produjo. "Un incendio a esas horas de la noche solo pudo ser provocado", sospecha Melián, que aseguró que siempre hay gente en el mirador. "Cerré la puerta de mi casa a las nueve de la noche y había gente arriba", desveló la mujer, que no se enteró del fuego porque se había metido a dormir en su casa cueva. "Era una noche calurosa y decidí meterme en la cueva porque se está más fresquito", dijo Melián.

"Tiene toda la pinta de que fue provocado", afirma Adrián Díaz, que desveló que al principio se asusto bastante por la proximidad de las llamas. "Las llamas se veían grandes", explicaba el joven, "pero una vez enfrente nos tranquilizamos todos", añadió. Su madre, Ester Hernández, se encontraba trabajando en la residencia de mayores cuando Díaz le avisó del incendio. "Cuando me llamó pensé que la casa estaba en llamas y me asusté", asegura Hernández, que vio el incendio cuando salió de la residencia e iluminaban la montaña. "Fui corriendo porque me temí lo peor", manifestó.

Durante la mañana del jueves los Agentes de Medio Ambiente buscaban indicios que pudieran desvelar si el incendio fue provocado. La hora a la que se produjo y el lugar, hacen sospechar a los vecinos de que pudo ser provocado.

"Un incendio a esas horas de la noche solo pudo ser provocado", sospecha Melián, que aseguró que siempre hay gente en el mirador. "Cerré la puerta de mi casa a las nueve de la noche y había gente arriba", desveló la mujer, que no se enteró del fuego porque se había metido a dormir en su casa cueva. "Era una noche calurosa y decidí meterme en la cueva porque se está más fresquito", dijo Melián.

El fuego se produjo en un terreno de propiedad privada, que colinda con la casa de Melián. "El dueño del terreno ese no vive aquí, probablemente no sepa ni que se le ha quemado su monte", aseguró.

Los vecinos de una calle próxima al incendio también tomaron sus propias medidas preventivas. "Me enteré del fuego por el humo que llegaba por la ventana", declaró Díaz. Los residentes de su calle no fueron evacuados pese a la cercanía de las llamas. "Cuando salí y vi el fuego parecía que nos iba a llegar a nuestra casa", aseguró Díaz, que junto a sus vecinos movilizaron los vehículos para que no fueran afectados por el incendio. "Cuando nos fuimos a la calle de enfrente vimos que el fuego no era para tanto", afirmó el joven.

Los residentes de La Atalaya sospechan de que pudo ser provocado, ya que el fuego se originó pasadas las diez de la noche y no habían muchos rastrojos junto al mirador.

Melián tuvo que preparar sus cosas en caso de que el viento hubiese cambiado y las llamas se dirigiesen a su vivienda. "Un guarda municipal me avisó de que me preparara por si me tenían que evacuar", describió. La mujer, asustada, salió siguiendo las instrucciones del guarda. "Pero cuando estaba fuera y vi que no era para tanto me volví a casa", dijo Melián, que pese al susto inicial no temió por su vida ni la integridad de su casa.

Las llamadas fueron la que avisaron a la vecina de la proximidad de las llamas. "Yo vivo sola aquí, y los vecinos me levantaron con las llamadas de teléfono", aseguró. También la llamaron sus familiares para corroborar que se encontraba bien. "Me llamó mi nieto de Lanzarote y todo", confesó. Eso sí, Melián no cerró la puerta hasta que el incendio se dio por controlado pasadas las doce de la noche. "Por suerte el viento alejó el fuego de mi casa y los Presa atajaron el fuego rápido", sentenció la vecina, que espera no tener más sustos por incendios durante el verano.