Los hermanos Sánchez Bolaños han vendido todo su negocio en Haricana. Con la retirada de esta saga familiar, que se ha desprendido del 24,66% de participación que mantenía en el negocio que creó su progenitor en los años 40, la industria localizada en el Polígono Industrial de Arinaga pasa a estar controlada mayoritariamente por Satocan (17,39%), Lanzateide- Montesano- (16,61% ) y Eric Bastien Ballouhey (17,86%). El empresario francés con esta operación se hacen con el 51,87% del negocio. Estos socios disponían hasta ahora del 30% de la industria y han aprovechado la decisión de los Sánchez Bolaños de salir de la actividad empresarial para comprar su participación y hacerse con el liderazgo de la firma. El otro 40% se mantiene en manos de la compañía de piensos Capisa y pequeños accionistas.
Aunque la operación se cerró a finales del pasado año, ha trascendido ahora después de que se formalizaran el pasado mes de febrebro los cambios en el consejo de administración, que preside ahora Juan Miguel Sanjuán, que también encabeza el grupo Satocan. Sanjuán destacó ayer que desde comienzos del 2000 entró a formar parte de Haricana. Según explicó, las relaciones de amistad que mantenía con los Sánchez Bolaños le hicieron animarse a entrar en este negocio cuando éstos decidieron contar con nuevos socios para reforzar su posicionamiento en el mercado donde la concentración de empresas de panadería y harina en la Península empezó suponer una competencia salvaje para los productores canarios.
Pese a que esta actividad no tiene nada que ver con las empresas de construcción y turísticas en la que participa Satocan, el ahora también presidente de Haricana bromeó con que a veces se entra en negocios porque se considera que "son atractivos" aunque no estén relacionados o estén vinculados a un mismo sector.
Inicios en Guanarteme
En cuanto a la salida de la familia Sánchez Bolaños de este negocio, que puso en marcha su progenitor, Juan Sánchez Pérez, en los años 40 tras instalar la fábrica El Pilar, en el barrio de Guanarteme, en la capital grancanaria, se limitó a decir que como sucede en la mayoría de los negocios familiares "no es sencillo llegar a la tercera generación" y eso es precisamente lo que ha ocurrido a los pioneros de las harineras en la Isla.
Después de Satocan, que en un primer momento adquiere un 10% de participación, también entran en el accionariado Montesano, y el grupo francés. Son estos socios que aglutinaban el 30% de la industria los que deciden reforzar su apuesta por la producción de panadería ya que se trata de un sector en expansión. En palabras del director general, José Luis Durá, la receta para seguir creciendo está en "la búsqueda de calidad y en la diversificación de producto para diferenciarse de la competencia".
El que fuera presidente de Haricana, Juan Agustín Sánchez Bolaños, ha sido uno de los grandes defensores de la industria alimentaria canaria, a través de la patronal Asinca. Era otro tiempo. Sánchez Bolaños manifestó ayer que ya está retirado de la empresa, y "ya no tenía que decir", finalmente recordó que es necesario un tratamiento fiscal diferenciado para la industria de la alimentación cuestión que recordó se ha venido reclamando durante años al Gobierno canario.
