El próximo 23 de junio se cumple el plazo de tiempo que la familia condal ha dado a los vecinos de Juan Grande para abandonar los denominados Barracones, cuarterías de su propiedad donde residen desde hace décadas cerca de 20 familias. Los afectados, que planean impedir el desahucio con manifestaciones en la calle, recuerdan a la administración que están empadronados en un suelo que ha sido calificado "industrial" y por ello exigen ayuda institucional para conseguir una vivienda social. "Más allá del uso del terreno, somos personas a las que no se les puede atropellar sus derechos", señaló ayer Ángel Correa, uno de los afectados.

Aunque aún no han recibido ninguna orden de desahucio, los vecinos de Los Barracones temen "quedarse en la calle" en apenas una semana. La proyección de un parque empresarial en el terreno aledaño a la Casa Condal de Juan Grande, donde residen desde tiempos de la aparcería, exige a estas familias que abandonen sus viviendas. Sin embargo, no tienen "a dónde ir" y las administraciones no les brindan por el momento "solución alguna".

El Sindicato de Inquilinos de Gran Canaria y otras asociaciones que luchan a nivel nacional contra el desahucio asesoran a esta veintena de estirpes con escasos recursos económicos. "Hemos vivido aquí con permiso toda la vida. Ahora, que nos echan, no nos vamos a quedarnos con los brazos cruzados", agregó Ayesha Pérez. Los propietarios del suelo exigen también a la administración que "tome cartas" en el asunto pues se trata de un suelo "industrial" y "no residencial".