El Ayuntamiento de Tejeda y el Cabildo de Gran Canaria están preocupados por la creciente e imparable afluencia masiva de visitantes al Roque Nublo, lo que está ocasionando problemas circulatorios y de aparcamiento en la zona. Por eso estas dos instituciones están pensando colocar un servicio de vehículos lanzadera en el pueblo, con los que los turistas podrán ser desplazados al pie del monumento natural después de dejar el coche en un aparcamiento en las inmediaciones del casco.
El alcalde de Tejeda, Francisco Perera, declaró ayer a este periódico que "las visitas al Roque Nublo se están masificando. Los visitantes se han incrementado considerablemente en los últimos años. El aparcamiento se ha hecho pequeño, se llena, los usuarios y visitantes aparcan en carretera en doble fila y están formando colas, caravanas, colapsos y demás".
"Con independencia de la visita masiva al monumento, a esto hay que darle solución. Como está en un espacio natural protegido, no se puede ampliar el aparcamiento. Una de las soluciones que se han apuntado es la de colocar vehículos lanzadera. Tendremos que buscar en las inmediaciones del pueblo de Tejeda, que es lo más cercano, un lugar donde el turista llegue, aparque su coche y coja un servicio regular de transporte que lo deje arriba, pagando una pequeña cuota, visite el lugar y luego regrese".
"Ese es el proyecto grosso modo. Esa propuestala la hemos hablado entre el Cabildo y el Ayuntamiento. Hace mucho tiempo que el Cabildo está preocupado por la afluencia masiva que tiene a diario el Roque Nublo. No solo tenemos que darle solución al problema del aparcamiento, sino a otros asuntos. Como por ejemplo, que no hay baños públicos en la zona y no hay servicio de recogida de residuos".
"Entre los visitantes hay gente que es consecuente y responsable con el medio ambiente: se toman el bocadillo, el refresco o la botella de agua y el envase retornable lo depositan en los contenedores, pero hay otros que miran y si no ven a nadie cerca echan la botella o la lata en la retama".
"Queremos cubrir todas esas necesidades, darles servicios, hacer unos baños públicos, fijar un servicio de limpieza... Lo bueno sería controlar un poco la zona para que no se nos desmadre todo. Al fin y al cabo estamos hablando del icono de Gran Canaria. Eso lo tenemos ahí y tenemos la obligación de cuidarlo y conservarlo".
