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Guía

Casa de Aguilar recuerda a Orihuela

Los alumnos de las promociones de 1955-65 volvieron a reencontrarse en una cena donde recordaron a los compañeros fallecidos y rindieron un homenaje a su antiguo profesor

El profesor Tomás Orihuela. LP / DLP

Los antiguos alumnos de las promociones entre 1955 y 1965 del colegio Casa de Aguilar en Guía realizaron su IV reencuentro en la asociación vecinal del mismo barrio. Al encuentro acudieron 124 antiguos estudiantes que rindieron un sentido homenaje a los compañeros ya fallecidos y en esta ocasión al que fuera profesor de los mismos Don Tomás Orihuela. Francisco luís Ramírez se encarga junto a Francisco Díaz, Pedro Díaz, Miguel Suárez y Ramón Rodríguez de organizar anualmente el evento para congregar a los antiguos compañeros y "dar un paseo" por la nostalgia.

En esta edición, a la que acudieron 124 ex alumnos, se rindió un sentido homenaje a los que ya han fallecido. "Hubo un compañero que murió hace apenas quince días", comentó Ramírez, que explicó que cada año había conseguido reunir a bastantes ex alumnos pero en ningún caso como en esta edición. Para el homenaje se realizó una misa en la Asociación Vecinal Luján Pérez en honor a todos ellos y en especial al que fuera profesor de muchos alumnos de esas generaciones Don Tomás Orihuela. Durante la misa homenaje se le entregó un ramo de flores a las hijas de Orihuela, Teresa y Elena, que estuvieron presentes durante el acto. Además, Ramírez y otros antiguos estudiantes entregaron también una placa a las hijas que conmemoraba los años que Orihuela fue profesor en el centro de Casa de Aguilar.

Ramírez quiso remarcar el éxito de esta edición, e invitar a los que faltaron a la próxima que se celebrará el 2018 en el mismo lugar. "Todos los años ha ido creciendo el número de participantes", explicó Ramírez. "Siempre es bonito reencontrarte con gente que no veías desde hace muchísimo tiempo", añadió.

Al acto asistieron desde muchos puntos del archipiélago. "Hay quienes acudieron desde otras islas como Fuerteventura o Tenerife", detalló Ramírez, que reveló que muchos compartieron lágrimas durante la misa. "Son gente con la que compartimos muchas vivencias en la época", afirmó. Durante el encuentro se reentablaron muchas viejas amistades. "Volver a ver a tantos excompañeros me conmovió bastante", afirmó Ramírez.

Tras el homenaje, todos los presentes se hicieron una foto que para muchos de ellos se convirtió en un bonito recuerdo. "El momento de la foto también fue muy emotivo, y eso que faltaron unas 24 personas que en principio iban a asistir, pero que a última hora no pudieron", explicó Ramírez, que se mostró orgulloso de su generación.

Para finalizar, todos fueron a cenar dentro del local vecinal de Luján Pérez, donde comieron y recordaron sus historias en un tono más agradable. "En la mesa se habló de todo, desde las cosas buenas a las gamberradas que también hacíamos", reveló Ramírez. La cosa no terminó después de la comida, ya que la música animó a que todos se pusieran a bailar. "A estas edades ya uno no tiene vergüenza ninguna", aseveró Ramírez, que reconoció que bailó con alguna que otra exalumna con la que no tuvo agallas de hacerlo hace ya más de medio siglo. "La fiesta fue todo un éxito, ya que estuvimos bailando y disfrutando hasta las dos de la mañana, y alguno que otro se quedo hasta las tres", reveló Ramírez, que ya prepara el siguiente encuentro con ilusión.

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