Lucas Bravo de Laguna, consejero del Partido Popular (PP) en el Cabildo de Gran Canaria y exresponsable insular de Deportes, renunció ayer al acta y puso fin a 18 años como cargo público de los populares. Tras varias semanas de rumores sobre su posible abandono de la política activa para dedicarse a sus labores empresariales, Bravo de Laguna presentó su escrito de dimisión a primera hora de la mañana y se despedirá de la institución en el Pleno Ordinario del próximo viernes.

"Ha sido una decisión muy meditada y desde hace tiempo lo había hablado con la presidenta insular del partido, Australia Navarro, y con el portavoz en el Cabildo Felipe Afonso el Jaber; aunque me considero joven, son ya 18 años como cargo público, 16 de ellos como gobernante", explicó Bravo de Laguna, quien precisó que a partir de ahora se dedicará a gestionar una empresa, relacionada con las actividades deportivas, que ha creado junto a otra socia.

Su puesto en el Cabildo será ocupado por Marco Aurelio Pérez, alcalde de San Bartolomé de Tirajana, que vuelve al Cabildo dos años después. El edil sureño mantiene una dura pugna política con el actual presidente insular, Antonio Morales, de Nueva Canarias, y su presencia en el Pleno acentuará previsiblemente esa disputa.

Lucas Bravo de Laguna, de 41 años, es hijo de José Miguel Bravo de Laguna, líder regional del PP en la década de 1990 y expresidente del Cabildo y del Parlamento de Canarias. Entró en política en 1999, con solo 23 años, como representante de los populares en el Ayuntamiento de Santa Brígida. En 2003 volvió a ser elegido concejal satauteño.

Cuatro años más tarde ya fue cabeza de lista del PP y obtuvo la Alcaldía en un pacto con el grupo de Los Verdes. Tras volver a ganar las elecciones municipales en 2011, ya con mayoría absoluta, dos años después renunció al bastón de mando para dedicarse de forma exclusiva a la Consejería de Deportes del Cabildo, desde la que concluyó la construcción del pabellón deportivo de Siete Palmas.

Tras ocupar la secretaría general del PP de Gran Canaria y otros cargos orgánicos, en el último congreso insular no optó a continuar en la dirección del partido y en su discurso pronunció palabras que sonaron a despedida de la política, según recordaron ayer sus compañeros en el Cabildo.

Ante la posibilidad de que el PP entre en el Gobierno de Canarias y ocupe la Consejería de Deportes, se barajó que podría ocupar un alto cargo en ese departamento autonómico, pero ayer negó que su renuncia esté relacionada con ese hecho. "Nadie del partido me planteado nada de eso", apuntó. Aunque no descartó volver a la política si le vuelve "a picar el gusanillo", aseguró que su interés es dedicarse en exclusiva a la empresa.

Lucas Bravo de Laguna es el tercer consejero insular del PP que renuncia al acta en este mandato. Primero dimitió la cabeza de lista, Mercedes Roldós, que prefirió el escaño del Parlamento de Canarias pocas semanas después de perder las elecciones frente a Antonio Morales. Posteriormente dimitió Larry Álvarez, para ocupar el puesto de director de comunicación de la Unión Deportiva Las Palmas.

El actual alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, es el siguiente en la candidatura del PP y sustituirá a Bravo de Laguna, según confirmó el portavoz. Los dos siguientes en la plancha son Hipólito Suárez, alcalde de Moya y senador por Gran Canaria, y Francisco González, exregidor de Mogán.