La Provincia - Diario de Las Palmas

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"Mi libro sirve para descubrir el origen de los apellidos originarios de la Isla"

Faneque Hernández ha escrito junto a Juan Ramón García un ensayo sobre los ascendentes de Gran Canaria

El historiador Faneque Hernández con su otra obra, 'Una ascendencia canaria de cinco siglos'. SANTI BLANCO

Faneque Hernández, nombre con historia canaria...

Es mi nombre de pila, me lo puse con 29 años cuando la pasión por la cultura y la historia canaria podía conmigo. Fue también un acto de rebeldía, en mi época no había nadie con nombre indígena o guanche. Pero desde bien chico mi familia y mis amigos me llamaban Faneque.

Apropiado para los libros que escribe, ¿en qué se centra este último?

Es una colección de ensayos de artículos de investigación sobre la ascendencia canaria. En este libro estudiamos quince linajes hasta llegar al 1500. Las parejas originarias ya eran adultas en ese año, por lo cual no solo eran ascendientes míos y de Juan Ramón García, sino también de todos los grancanarios. De ellos heredamos apellidos tan canarios como Ávila, Benítez, Domínguez, Falcón, González, Guerra, Hernández, Mayor, Pérez, Quintana, Sardina, Suárez, Travieso y muchos más. Se trata de conocer la historia en común de todos los grancanarios.

¿Cómo funciona una investigación genealógica?

Los primeros siglos es fácil. Saber quiénes son tus padre, abuelos y bisabuelos es sencillo a través del registro civil. A partir de ahí, hay que acudir a los archivos Diocesanos y continuar investigando bautismos, matrimonios y defunciones. Se trata de indagar en los archivos parroquiales para continuar la investigación hasta llegar al año 1500, a los que consideramos las parejas originarias de los grancanarios.

¿Se puede seguir investigando más allá de 1500?

Muy difícil. Después de la conquista de la Isla en 1483 hubo un destierro masivo de indígenas, con la excepción de unas cuarenta familias que se quedaron en torno a Gáldar. Después llegaron más inmigrantes y colonos que se mezclaron con los indígenas y conformaron nuestra idiosincrasia. La canariedad supone el reconocimiento de todas estas líneas.

Qué acogida ha tenido?

Lo presenté en Agüimes en el Ayuntamiento y hoy lo hago en Gáldar, donde tengo muchos lazos afectivos. Mis libros no son de lectura fácil, ya que se trata de artículos sobre estudios genealógicos. Es una obra atractiva para los que se interesen por sus antepasados. No es un libro para leer entero, sino para descubrir las personas originarias que trajeron esos apellidos a la Isla.

¿Qué novedades presenta frente a su otra obra?

Todas las pesquisas se han hecho a través de los archivos de la Inquisición. Todos los ancestros canarios han tenido problemas con la Inquisición. Hasta el punto de que algunos fueron quemados en la plaza de Santo Domingo de Las Palmas.

¿Cuándo llegó el momento eureka en su investigación?

Cuando uno pasa el "océano tenebroso", como lo llamo yo. Es fácil llegar hasta el siglo XVI, pero de ahí al siglo XV es muy difícil para los genealogistas investigar esos años por la falta de información, y eso que Juan Ramón García es muy bueno. Pero gracias a los datos de la Inquisición, encontramos un ascendiente que tuvo problemas porque sus hijos estaban circuncidados y le exigen, por si tiene ascendencia judía, que nombre a sus padres, abuelos y bisabuelos. En ese momento, con esas declaraciones, nos ayuda a atravesar ese océano tenebroso y nos lleva hasta la primera pareja originaria de ese apellido. Ese fue nuestro momento de eureka.

Entonces ha seguido el rastro de los grancanarios hasta?

Los 4.000 grancanarios que habían en el 1.500 son los ancestros de todos los habitantes con raíces en la Isla. En algunos casos, cuando retrocedes una línea de linaje, se pierde al tener un padre esclavo o una madre inmigrante.

Por poner un ejemplo, su apellido Hernández se puede seguir hasta dónde?

Si lo llevo de padre a abuelo a bisabuelo, siempre por la línea del varón, se va a llegar hasta el año 1.500, a un señor que viene a colonizar la isla desde el norte de España, con el apellido Montesdeoca. Este hombre, Vicente Montesdeoca, es de religión judía, viene huyendo de la Inquisición y piratea con la trata de esclavos del África próxima y se enriquece de la actividad. Acaba siendo una familia poderosa en Gran Canaria pese a que venía huyendo de la persecución judía.

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