La programación de la Universidad de Verano de Maspalomas (UVM) arrancó hoy en el hotel Oasis con un análisis sobre las repercusiones de las redes sociales en la intimidad de sus usuarios. La catedrática de Derecho Penal de la Universidad de Cádiz, María Acale, insistió durante su ponencia en la necesidad de adaptar la normativa a las amenazas que infunde el ciberespacio. En los últimos años los delitos por usurpación o difusión de secretos ajenos se ha disparado.

Las nuevas tecnologías y el derecho están inmersas a día de hoy en un pulso, en el que la inmediatez de las redes sociales le está ganando la carrera a la lentitud de la justicia. Los delitos por vulnerar el derecho a la intimidad, el honor, la imagen o la integridad moral que se producen a ritmo acelerado en el ciberespacio no están recogidos de manera “coordinada” en la normativa, según explicó Acale en su intervención.

A pesar de las sucesivas reformas que ha experimentado el actual código penal de 1995, la ley aún no ha encontrado la fórmula para proteger un bien jurídico tan “clásico” (derecho a la intimidad) frente a los avances del siglo XXI.

Las nuevas Tecnologías de la Comunicación e Información (TIC) se conciben como un “arma de doble filo”, matizó la ponente, por ser una herramienta que permite “el libre desarrollo de la personalidad” humana y a la vez servir de plataforma para cometer conductas delictivas no tipificadas hasta ahora de forma específica en la normativa.

La interpretación de la normativa ha dado lugar en estos últimos años a sentencias que condenan no solo el apoderamiento de cartas personales o mensajes de correo electrónico ajenos sino también su difusión sin autorización en las redes sociales. La normativa condena este tipo de conductas con penas de cárcel que oscilan entre 1 y 4 años.

El acceso sin permiso a datos o programas informáticos (hacking) está castigado en el artículo 197 del código penal hasta con dos años de prisión.

Ante el reto que presenta este nuevo escenario virtual, España en particular y Europa, en general, se enfrentan a la aplicación de una legislación que combine de “forma equilibrada” la protección de la intimidad en el ciberespacio con la libertad de sus usuarios.

Esta primera jornada de la Universidad de Maspalomas continuó con una reflexión sobre el derecho de la privacidad de las empresas, a cargo del catedrático de la Universidad de Huelva Juan Carlos Ferré, y las ciberamenazas en materia de inteligencia.

Mañana el programa académica abordará el secreto de Estado y las repercusiones de la cibercriminalidad en países, como Brasil o Colombia.