Santa María de Guía despedió este sábado con honores al agente de la Guardia Civil, Ulises García Moreno, fallecido en acto de servicio el pasado jueves.

Vecinos de esta localidad del norte de Gran Canaria, que le vió nacer hace 41 años, así como sus compañeros, amigos, altos mandos de la Benemérita, de los tres Ejércitos, de la Policía Nacional, así como la delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, y el grupo de gobierno de este municipio, que dirige Pedro Rodríguez, acompañaron a la desconsolada familia durante las honras fúnebres que comenzaron a las once de la mañana. El Ayuntamiento ha decretado dos días de luto por el fallecimiento de Ulises García.

La iglesia de Santa María de Guía se quedó pequeña para acoger a todas las personas que quieron dar su último adiós al agente. Durante la misa, que fue oficiada por el cura guiense Roberto Rivero García, se vivieron escenas de dolor y de tristeza por el deceso repentino del joven que perdió la vida en un operativo de búsqueda de una persona entre Tasartico y la playa de Güi-Güi.

El ferétro, que llegó a la plazoleta de San José en el coche funerario fue recibido por una formación de la Guardia Civil, entre la que se encontraban el general jefe de la Zona de Canarias, Juan Sánchez Medina, y el coronel jefe de la Comandancia de Las Palmas de Gran Canaria, Ricardo Arranz Vicario, y por la banda del Ejército del Aire, donde Ulises García Moreno fue soldado, que tocó la marcha fúnebre.

Ocho guardias civiles fueron los encargados de llevar a hombros el cuerpo sin vida del agente tanto al entrar como al salir de la iglesia. En el pórtico, primero antes de que comenzara la misa funeral, la misma banda interpretó el hinmno nacional, y al salir del templo tocaron la marcha 'La muerte no es el fin de la vida' y el himno de la Guadia Civil. Después dos agentes recogieron la bandera de España que cubría el ferétro, y el tricornio del fallecido y se los dieron al general jefe de la Guardia Civil, Juan Sánchez Medina, que se los entregó a su pareja Maika Padrón Rodríguez.

Custodiado por dos motoristas de la Benemérita, el coche con los restos de Ulises García Moreno, salió de Guía hacia el tanatorio de San Miguel, en la capital grancanaria, donde iba a ser incinerado.