Un desprendimiento de rocas en la antigua carretera de Mogán, a la altura de la última curva que une los acantilados de Taurito con la Pequeña Venecia, dejó en la madrugada de ayer dos heridos que circulaban en motocicleta. Marta Anturi y su hijo Bryan, de 41 y 15 años, sufrieron un golpe de carácter leve en la cabeza y otro en la pierna, respectivamente, al intentar esquivar la avalancha de piedras que caía de la montaña de Los Gatos. Ambos fueron trasladados al Hospital de Meloneras, donde permanecen ingresados. El Cabildo ha cerrado la vía al tráfico de forma indefinida para reparar los 15 metros de calzada, que ha afectado el alud.

Tras una jornada vespertina de trabajo en un establecimiento turístico de Taurito, Marta regresó como de costumbre a su casa de Playa de Mogán a bordo de su motocicleta. Al llegar a su vivienda, al filo de la medianoche, se dio cuenta que se había traído por error las llaves de la oficina y decidió volver a su centro de trabajo. En esta ocasión, su hijo Bryan le acompañó durante el trayecto por los acantilados oscuros que atesora la zona. De vuelta a casa, justo antes de llegar a la pronunciada curva del risco de Los Gatos, la conductora divisó el desprendimiento repentino de algunas piedras en la calzada. Las intentó esquivar con un giro de manillar hacia la ladera, pero el posterior derrumbe de la parte alta de la montaña les dejó atrapados en el alud.

"Escaparon de milagro", aseguraron ayer en Arguineguín algunos allegados al muchacho tras enterarse del accidente.

Una alerta del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 del Gobierno de Canarias movilizó hasta la zona a personal de la Guardia Civil, Policía Local, Bomberos y Protección Civil. Un equipo sanitario valoró a los dos heridos al llegar y posteriormente los trasladó en ambulancia hasta el hospital San Roque de Meloneras.

La madre ha sufrido tras el accidente un traumatismo craneal de carácter leve y el menor una rotura de tibia y peroné. Ambos permanecen ingresados en el hospital de San Bartolomé de Tirajana.

El incidente en la antigua carretera de Mogán ha dejado a Bryan sin celebrar con sus compañeros del C.D Arguineguín el ascenso a cadete preferente. El muchacho, portero del equipo de fútbol, no pudo asistir ayer al encuentro que mantuvo la alcaldesa Onalia Bueno con los adolescentes en las oficinas municipales. Sin embargo, desde su camilla del hospital y con una tímida sonrisa de desconsuelo, el joven mandó un vídeo a sus amigos en el que lamentaba su ausencia y enviaba un saludo a la regidora. El gesto causó semejante empatía en sus compañeros de equipo, que el acto oficial acabó con un segundo vídeo colectivo de ánimo para el joven ante el proceso de recuperación que le espera tras el siniestro.

Tras felicitar a los jóvenes deportistas, la alcaldesa se desplazó en compañía de los técnicos de la consejería de Carreteras hasta la zona afectada por el derrumbe. Los operarios del servicio insular de mantenimiento de carreteras trabajaron toda la noche con maquinaria pesada para retirar parte de las piedras que cayeron sobre la calzada y destrozaron a su paso parte de la valla de protección del carril.

El desplome del risco ha afectado a 15 metros de largo de carretera, según las primeras estimaciones técnicas, aunque aún se desconoce el impacto real del siniestro sobre este tramo de la GC-500.

El Cabildo, responsable de las tareas de conservación de esta vía, ha cerrado esta parte de la pista al tráfico de manera indefinida. Las guaguas turísticas y de la empresa Global, así como los taxis y el batallón de ciclistas que transitan a diario la zona deberán utilizar a partir de ahora la autopista GC-1 para acceder de forma alternativa desde Taurito hasta Playa de Mogán.

Según las primeras impresiones de los técnicos del Cabildo, el derrumbe de rocas en esta zona responde a un "proceso natural" que puede afectar a "cualquier enclave de la Isla". La "climatología", que surte grandes contrastes de temperatura durante el día en esta zona, y los "movimientos geológicos" del propio terreno provocan este tipo de incidencias a grosso modo.

En particular la aparición de una grieta en la cresta de esta montaña, situada justo en el kilómetro 44 de la GC-500, había despertado inquietud entre algunos empresarios y vecinos de Mogán hace ya años. El riesgo de derrumbe de una zona transitada a diario por turistas y trabajadores del sector, cuando aún la autopista no había llegado a la playa de Mogán, preocupaba a sus usuarios.

En aquel entonces Mogán reivindicaba al Gobierno de Canarias la construcción de un acceso "más seguro" desde Playa de Mogán a Taurito. Sin embargo, aquel proyecto quedó relegado al cajón del olvido tras la apertura de la autopista y a día de hoy, según recalcó la alcaldesa, se aprecian las "consecuencias".

No obstante, para el gobierno insular aún es "pronto" para valorar el riesgo que entraña este tramo de carretera para sus usuarios. En primer lugar, según explicó el director general de Carreteras del Cabildo, José Francisco Duque, se procederá a "sanear" la ladera. Los técnicos quitarán las rocas que están "aún sueltas" en el risco y presentan "riesgo de desprendimiento" para colocar luego una "malla de guiado" que permita estabilizar el talud. "Una vez que las condiciones de seguridad estén garantizadas" para los técnicos, continuó Duque, se instalará un segundo "mallado de sujeción" en la cresta del rico y se procederá a realizar una valoración de los daños del siniestro. "En función del impacto que haya tenido el desprendimiento en la carretera, se fijarán los plazos de reparación de la vía. Pero por el momento no sabemos cuánto tiempo permanecerá cortada al tráfico", concretó el responsable insular.

En los últimos 20 años esta carretera se ha cobrado la vida de dos víctimas. La escasa visibilidad y, precisamente, el continuo desprendimiento de piedras en la calzada tras las lluvias de invierno o los alisios de otoño hacen de esta zona de la Isla un punto negro en la circulación de vehículos. No solo esta última curva de la GC-500, sino también otros tramos, como el que va desde Tiritaña a Taurito, han dejado con más de un susto en el cuerpo a los conductores.

A pesar de su abrupta orografía y que desde 2013 con la inauguración de la autopista el tránsito de coches y guaguas ha disminuido en esta vía, la antigua carretera de Mogán continúa siendo "estratégica" para el municipio turístico.

Y, por lo tanto, "se ha de garantizar la seguridad" en esta zona, reclamó la alcaldesa tras recordar los peligros que entraña la vía y sus repercusiones en el sector turístico.

El riesgo de desprendimiento de esta carretera "no solo afecta a los vecinos del municipio y trabajadores" del sector turístico que se desplazan a diario de otras localidades de la Isla hasta el litoral moganero, sino también a los "propios visitantes".

Por el momento, el accidente ha provocado que todos los barcos recreativos que realizan excursiones por las cavidades de esta zona hayan cancelado sus rutas por "razones de seguridad". Las cuevas de estos acantilados se han convertido en un reclamo turístico en los últimos años y, por lo tanto, en "parada obligatoria" de muchas embarcaciones. Hasta nuevo aviso, queda restringido no solo la circulación por carretera sino también el buceo por aguas cercanas a la montaña de Los Gatos.