Antes de que las verbenas llegaran a las fiestas de los pueblos, el jolgorio estaba garantizado con parranderos que peregrinaban por "tiendas y bares". En la víspera de Santiago de Tunte se fraguó un tenderete, que llegó a juntar a más de 300 tocadores de toda la Isla en torno a una mesa y una copita de guindilla (licor casero de Tirajana). Sin guion ni organización alguna, la espontaneidad marcada la velada. Ese espíritu tradicional del convite, bautizado como Tenderetunte por el vecino José Juan Armas y el cura Vicente Santana, celebró ayer su 25 aniversario.

Hubo un tiempo en el que las fiestas de Tunte no tenían "altavoces" ni chiringuitos de música. En la víspera a Santiago, el pueblo se llenaba de tocadores que procedían de los cuatro puntos cardinales de la Isla para disfrutar de una fiesta "auténtica".

Los vecinos de Tirajana recibían con cantos de caracola a sus invitados a la entrada del pueblo y les acompañaban con palmas y cantos en su periplo por comercios y calles. Los romeros llegaban a Tunte en guagua e incluso "a caballo" y con ganas de rumbear hasta el amanecer. A más de uno le dieron las 8.00 horas en la calle Santiago Cazorla "aún con una guitarra" en la mano, recordó ayer José Juan Armas.

La hoja de ruta de la fiesta era sencilla pero "intensa". Los parranderos se sentaban sobre sacos de millo en las tiendas, picaban un poco de queso y daban cuerda sin fin. "El pueblo entero estaba en fiestas", recordó con nostalgia Armas. No solo los alrededores del ayuntamiento y la iglesia, sino cualquier esquina o callejón de Tunte.

A cambio del jolgorio, los vecinos sacaban sus mejores manjares de la nevera. Estofado, papas arrugadas o un zurrón con guindilla, esa "aguardiente" que destila la cumbre de Tirajana con aroma a fruta de temporada.

Cuando el sol se escondía por la plaza de Santiago, la fiesta se trasladaba a la mesa. Los vecinos, organizados como una cadena humana, adjudicaban un rincón a cada comensal. Los mayores se encargaban de preparar la comida y los jóvenes de la logística. "Era una forma de agradecer" a los forasteros su participación "desinteresada" en las fiestas.

Con el tiempo el tenderete de Tunte comenzó a ganar adeptos. Hasta 300 tocadores se sumaban a la cita y muchos ya hasta tenían un "lugar preferido" en la mesa.

"Algunos llamaban para reservar su sitio con meses de antelación. Otros nos preguntaban si la fiesta se repetía el siguiente año", explicó el párroco y vecino de Tunte, Vicente Santana al recordar los inicios de este encuentro festivo.

Ante la demanda, los vecinos se organizaban con bastante "tiempo de antelación". Llegaron incluso a reunirse con la "gente de afuera" del municipio que les visitaba para la ocasión y tomar nota de sus "necesidades o preferencias". Sobre todo se trataba de un acto "muy participativo".

En la comisión de fiestas Vicente, alma máter de la iniciativa, puso sobre la mesa este "tenderete de Tunte" y enseguida la "chispa" de Armas saltó con el nombre de "Tenderetunte" para denominar la fiesta de los romeros. "Lástima" que finalmente esta designación, lamentan ambos vecinos, no terminara por registrarse de manera oficial.

No solo el nombre sino también el espíritu de esta fiesta "ha perdido esplendor" en los últimos años. A sus 25 años de recorrido, muchos suspiran cuando recuerdan las guitarras del grupo Guasquías en Tunte o de tocadores cercanos a Los Gofiones.

Ahora las fiestas, que anoche reservó una velada para conmemorar aquellos años de guateque de la mano de la agrupación Umiaya y parranda Beletén, cuenta con la animación de Dj y varias orquestas. En su programa de actividades destacan algunos actos, como la bajada de Santiago desde Cruz Grande al casco, como señas de identidad de las fiestas.

Tras la misa en El Pinar, que ofició el cura Armando Ladeiro, más de un centenar de vecinos acompañó ayer junto a las autoridades al santo en su descenso hasta Tunte. El garbo de los bailarines herreños del grupo San Andrés, el paisaje de Tirajana y el ambiente familiar y cercano, que destila esta cita, hicieron del peregrinaje una jornada "única" en el año.