El Ayuntamiento de Mogán comunicó ayer que la suspensión de la travesía marítima entre Arguineguín y Mogán la decidieron los patrones de la Cofradía y consideró que "los hechos acontecidos corresponden única y exclusivamente a la Guardia Civil, puesto que, la jurisdicción en las aguas pertenece a Capitanía Marítima".

En una nota de prensa, emitida tras el frustrado viaje al Puerto de Mogán, el gobierno municipal que encabeza Onalia Bueno explicó que los marineros de la Cofradía de Pescadores optaron por suspender la procesión por mar "en señal de protesta, tras las advertencias de la Capitanía Marítima de la Guardia Civil, que aseguraba que los barcos excedían el aforo permitido para salir del puerto y que, de hacerlo, éstos serían multados".

Los pescadores, según el comunicado del Ayuntamiento, señalaron que en años anteriores han salido "de esta manera", a lo que Capitanía Marítima respondió "que podían salir bajo su propia responsabilidad , pero corrían el riesgo de ser multados".

La alcaldesa Onalia Bueno "intentó mediar con el cuerpo armado e informó de la situación a través de las emisoras a los patronos de las embarcaciones, que finalmente acordaron no salir de Arguineguín y regresaron con la Virgen del Carmen a la parroquia", subrayó el Ayuntamiento en su nota.

Bueno también lamentó este "hecho histórico" en las Fiestas del Carmen y señaló que próximamente convocará a los marineros con el objetivo de que la procesión marítima de la Virgen del Carmen de Playa de Mogán, que se celebrará el próximo 30 de julio, se realice sin incidentes. "Tenemos que llamar a la reflexión, y si hay una nueva normativa que se debe cumplir -ya que otros años hemos salido sin problemas-, pues tendremos que hacerlo entre todos", recalcó.

La alcaldesa anunció que hoy lunes pedirá una reunión con la delegada del Gobierno central en Canarias, Mercedes Roldós, y con los responsables de la Capitanía Marítima para intentar resolver estas diferencias antes de la procesión marítima del día 30.

Según otras fuentes, la actuación de la Guardia Civil pudo estar motivada por un incidente ocurrido en la travesía del año pasado, cuando dos personas cayeron al agua y tuvieron que ser rescatadas. Otra razón que se barajó ayer es que algunos barcos habían cobrado previamente a los pasajeros.