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Entrevista a Carlos González Sosa

"Los Reyes Católicos entraron en las Islas a saco e hicieron barbaridades"

"Guanarteme fue un visionario porque sabía que era imposible luchar contra los conquistadores", destaca Carlos González Sosa

Carlos González Sosa. LP/DLP

El sábado presentó el segundo libro de la trilogía 'Sangre' en Ansite.

Sí, este segundo libro se llama 'Datana'. El primero se llama 'La madera contra el acero'. El segundo trataba sobre el genocidio en la conquista de Canarias y de hecho se iba a llamar así, pero finalmente lo hemos cambiado porque parecía un poco violento y va dirigido también a los estudiantes de los colegios. Algunos podrían tomárselo como algo independentista. Hemos hecho unas mejoras en el libro que unos historiadores que lo han revisado todo.

¿Es una novela histórica?

Si, sí, totalmente. Es una historia novelada. Llevamos siete años documentándonos y contrastando con historiadores. Ha sido una burrada de trabajo. Es la conquista dura y pura. En el primer volumen es cómo empezaron los franceses Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle a conquistar Lanzarote y Fuerteventura. Luego intentaron conquistar Gran Canaria y no pudieron durante un montón de años.

Eso se explica en el segundo volumen.

Sí, en ese segundo volumen es cuando ya les venden los derechos de conquista a los reyes católicos, que entran aquí a saco y hacen unas barbaridades.

¿El tercer volumen de la trilogía cuándo sale?

El tercero creo que saldrá a final de año, que es la parte de la conquista de La Palma y Tenerife, que es el final de la conquista.

¿Hay diferencia entre historia novelada y novela histórica?

Bueno, hay gente que diferencia entre las dos. Unos dicen que novela histórica es una novela con pinceladas de la historia y la historia novelada es la historia, lo que ocurrió, pero dando voz a los personajes. Pero bueno, es pura historia, muy documentada, es lo que va ocurriendo con los personajes reales.

Usted prefiere llamarla historia novelada.

Sí, sí. Aunque yo siempre había dicho novela histórica, pero la editorial me dice que esto es más historia novelada.

Usted cuenta con toda la crudeza lo que fue la conquista de las Islas.

Sí. La intención es que quien lo lea aprenda lo que ocurrió porque es un libro de historia pero en novela porque se te queda mucho más si te toca los sentimientos, si viajas con los personajes, si dialogas con ellos. Es una forma de tocarte los sentimientos y de esa forma se te queda mejor grabada la historia.

¿El libro va dirigido a todo tipo de público?

Realmente va dirigido a todo tipo de público. La editorial lo que pretende es que entre en los institutos porque ya está la asignatura de la Historia de Canarias. Esto sería un apoyo grandísimo para los profesores de Historia. De hecho hay institutos ya en donde lo van a trabajar desde varias asignaturas: en el departamento de Francés porque eran franceses los que iniciaron la conquista, el departamento de Lengua como literatura, el de Filosofía porque hay que ponerse en el contexto histórico y preguntarse si los conquistadores eran malos realmente o si el grande no se come al chico otros más grandes se come al grande, y por último desde la parte de Historia.

Será entonces un libro interdisciplinar.

Efectivamente porque se mira desde cuatro ángulos distintos.

Esta trilogía a empezó hace siete años.

Sí, hace siete años vi un cartelito en Agaete que hablaba de los ingenios azucareros y me empecé a preguntar qué eran exactamente. Comencé a tirar del hijo y fue viendo de dónde salía todo eso. Y todo viene a raíz de la conquista. De hecho con eso consiguieron dinero para conquistar luego La Palma y Tenerife.

¿Siempre ha escrito este tipo de novelas?

Yo siempre he escrito fantasía épica. Lo que pasa es que escribía con otra editorial que funciona muy bien en la Península y en Sudamérica. Pero en Canarias para meterme en los colegios preferí coger una editorial canaria. Y la idea era meterle esa fantasía épica al libro: meter dragones y orcos, lo que yo siempre he escrito. Pero luego, documentándome, me di cuenta de que no hacía ninguna falta porque había más épica en lo que ocurrió que en la fantasía.

La conquista de Canarias fue muy dura.

Hay episodios que no se les ocurre ni a un escritor de fantasía épica. No lo puedes inventar, hay cosas que son muy fuertes.

¿Destaca algún episodio especialmente?

Hombre, de la primera parte destaco el valor que tenían los conquistadores. Fueron dos conquistadores que vendieron todas las posesiones que tenían en Francia para comprar un barco, alistar un ejércitos y venir a conquistar unas islas de las que habían oído hablar y de las que ni siquiera sabían si existían realmente. Fue una aventura incierta e impresionante.

¿Y del segundo volumen qué le impactó más?

Lo que más me impactó fue el final. Por eso se va a presentar en La Fortaleza de Ansite porque allí fue donde entregaron a la princesa y después Bentejuí y el faycán de Telde se lanzaron al vacío. Esa parte me pareció muy importante. Es triste porque Bentejuí entregó a todo su pueblo a Fernando Guanarteme, que estaba ya de parte de la corona, y después se lanzó. No se entregó con su pueblo, se negó a ser esclavo.

¿Fernando Guanarteme fue un traidor?

Hay una parte que lo tacha de traidor pero, tras todo lo que he estudiado, pienso que en parte era un visionario porque sabía que era imposible luchar contra los conquistadores. Él repitió una y mil veces que era imposible y que tenían que entregarse.

¿Lo veía como un mal menor ante la masacre que se preveía?

Exacto. Me lo decía Marco, el arqueólogo de la Fortaleza de Ansite, que gracias a Fernando Guanarteme, que consiguió que se entregasen, no hubo una matanza mayor. Estos yacimientos que estoy estudiando ahora no hubiesen existido, habrían arrasado con todo y no hubiese habido alguien que contase lo que pasó.

Entonces usted no cree en la leyenda de Fernando Guanarteme como traidor y cobarde.

Hay muchos documentos firmados por la reina Isabel en los que da permiso a Fernando Guanarteme para liberar esclavos en Sevilla y en Valencia. Él luchó por liberar a muchos esclavos, por lo tanto luchó por su pueblo, aunque de otra manera, de forma política, negociando.

Era otra forma de ver las cosas.

Hay que ponerse en situación porque a Fernando Guanarteme lo cogieron prisionero y se lo llevaron a Castilla, donde ve aquellas catedrales inmensas y tierras y ejércitos interminables. Para él sería como si fuera todo extraterrestre. Él pensó que era imposible luchar contra aquella gente y prefirió entregarse para salvar al pueblo de una matanza.

Usted escribe desde niño, tenía el gusanillo de la escritura.

Sí, desde el colegio. Allí escribí mi primer libro, aunque no llegó a ver la luz. Fue una aventura. Desde entonces siempre he estado escribiendo y leyendo.

También viajando.

Antes de estudiar Traductores ya estuve por ahí viajando para decidirme lo que quería hacer. Tenía un montón de inquietudes y me decidí estudiar traductores porque me encantaba Michael Ende, el que escribió 'La historia interminable' y 'Momo'. Quería traducir su obra pero desgraciadamente cuando estaba estudiando Traductores se murió. Al final no me he dedicado a traducir sino a escribir.

¿Y se puede vivir de la literatura en las Islas?

No, vivir de esto es muy complicado. Prácticamente ningún escritor vive de esto. Las presentaciones y las charlas le pueden dar para sobrevivir, pero vivir de esto es muy complicado. Y eso que en Canarias fui el primero en escribir con Roca Editorial.

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