Las casas consistoriales de Tunte dieron hoy luz verde la revisión extraordinaria del Plan de Emergencias Municipal (PEMU) con el fin de adaptar el documento a la nueva normativa del Gobierno de Canarias en materia de Protección Civil y Seguridad. El nuevo plan incorpora como nuevos riesgos los incendios forestales, los fenómenos meteorológicos adversos y las concentraciones humanas y eventos deportivos.

El Plan de Emergencias de San Bartolomé de Tirajana, que a día de hoy está en vigor, fue elaborado por el consistorio y aprobado por la comisión autonómica de Protección Civil el 9 de mayo de 2003.

La decisión de actualizar y homologar el plan, según su director, el alcalde Marco Aurelio Pérez, la ha adoptado el Ayuntamiento para adaptarlo a la Ley 9/2007 del Sistema Canario de Seguridad y Emergencias, que define las líneas estratégicas y los principios básicos del sistema canario de emergencias, así como también al Plan Territorial de Protección Civil de Canarias (PLATECA), aprobado en 2005 y actualizado en mayo de 2015, que estable el marco organizativo general de la Protección Civil en toda Canarias.

Con esta revisión también se pretende incorporar al PEMU la clasificación de nuevos riesgos que hasta ahora no se contemplaban, entre ellos los riesgos naturales por incendios forestales, como el ocurrido en julio de 2007, o los asociados a fenómenos meteorológicos adversos, como las lluvias torrenciales de 2009, 2013 y 2015; los riesgos antrópicos como las concentraciones humanas en eventos multitudinarios como el Gay Pride o el Carnaval Internacional, o los riesgos sanitarios, como las intoxicaciones masivas; los riesgos por eventos deportivos, como pudiera ser la Travesía a Nado; los riesgos por anomalías en la prestación de los servicios públicos básicos, como sucedió con la contaminación del agua de abasto por combustibles en el año 2011; o los riesgos intencionados.

Riesgos tecnológicos

En esta actualización del PEMU también se incorporan como nuevos los llamados riesgos tecnológicos. Entre éstos se contemplan los posibles accidentes de medios de transporte, como el que sucedió a finales de marzo de 2004, cerca de la Presa de Chira, donde se vieron involucradas una guagua con 36 turistas y el helicóptero en tareas de rescate, o los más recientes sucedidos en la carretera de Fataga, como el atasco de una guagua en marzo de 2014 o el vuelco de un camión el pasado abril; también los riesgos por posibles accidentes industriales y aquellos que pudieran ocasionarse por el transporte de mercancías peligrosas.

Asimismo, el plan mantiene los potenciales riesgos naturales por inundaciones y los que pudieran surgir por movimientos gravitatorios como terremotos o corrimientos de tierras entre otros; los riesgos antrópicos por colapso de estructuras, como lo fue el derrumbe del edificio de viviendas Belén María en agosto de 1995; y los riesgos por posibles incendios urbanos, como los ocurridos en los centros comerciales Yumbo y Metro en mayo y junio de 2013.