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Ingenio

Voluntarios para el éxito del festival

La colaboración desinteresada de cientos de ciudadanos hizo posible la celebración del Festival Internacional de Folclore de Ingenio, que disfrutaron 15.000 personas

El grupo de Indonesia baila en Ingenio el jueves por la noche. QUIQUE CURBELO

Los ecos de los ritmos de Asia, África y Europa aún resuenan en el Parque Néstor Álamo de Ingenio en donde la noche del sábado pasado tuvo lugar el espectáculo de clausura del Festival Internacional de Folclore 'Muestra Solidaria de los Pueblos'. El evento, que lleva celebrándose desde hace 22 ediciones organizado por la Asociación Cultural Coros y Danza del mencionado municipio, es un claro ejemplo de cómo la cohesión social y la participación ciudadana confluyen en el impulso de un acontecimiento que se ha convertido en un referente en el calendario cultural estival de Canarias.

Más de 150 voluntarios de Ingenio configuran la guardia pretoriana de este festival, declarado Fiesta de Interés Turístico de Canarias y que dirige desde sus inicios David Castellano, con el propósito de que las distintas actividades que contempla su variado programa puedan desarrollarse sin contratiempo alguno. Con un presupuesto de 80.000 euros, el festival ha exigido que la maquinaria de su musculatura estuviera desde su inicio engrasada para que nada faltara a los casi 200 integrantes de los diferentes grupos folclóricos que han mostrado al público la idiosincrasia de la música popular y el baile de Senegal, Indonesia, Portugal, India, Bulgaria y España.

Los voluntarios, de edades comprendidas entre los 15 y los 70 años, contaron con seguro y ninguno ha cobrado por su trabajo. "Son fundamentales para el desarrollo de este festival", señala Obdulia Artiles, secretaria de Coros y Danzas y coordinadora ejecutiva desde hace 21 años del mismo. "Desde alumnos en prácticas en el ayuntamiento ingeniense, jóvenes entusiastas, operarios municipales jubilados a miembros de Coros y Danzas o estudiantes de la Escuela de Traductores e Intérpretes, pasando por muchos vecinos y vecinas, todos desean aportar su granito de arena y sentirse partícipes de este festival. Uno de los éxitos del mismo radica en esa colaboración altruista e involucración ciudadana", señala Artiles.

Una de esas voluntarias es Nerea Sánchez, de 18 años y estudiante de Educación Física en la ULPGC. "Desde hace tres años acompaño a los grupos desde que llegan a Ingenio", explica la también componente de Coros y Danzas. "Es una experiencia muy recomendable, increíble y enriquecedora porque comprendes otras maneras de ser y pensar y para mí, que me encanta el folclore, tengo la oportunidad de descubrir otras llamativas culturas musicales", añade Sánchez, que el pasado año asistió a EE UU y el anterior a México.

No cobrar un duro

El maestro y empleado en un centro médico David Castellano, de 31 años, lleva diez años ejerciendo como voluntario del festival. Destaca de su trastienda "la unión existente entre todos los que colaboramos y las ganas de ayudar aun sabiendo que no vas a cobrar un duro", dice. Su lugar está desde hace cuatro años en la logística del comedor y en la coordinación de los guías, "aunque empecé repartiendo folletos, pegando carteles, recogiendo sillas o haciendo labores de guía", recuerda.

También Lucas Pérez destaca "la valiosa experiencia que supone ser voluntario en un festival multicultural". De 19 años, asimismo pertenece a Coros y Danzas, como su hermana y su madre. "Colaboro desde hace dos años en lo que se precise. Mi hermana siempre se quedaba fascinada tras cada edición y fue la que me convenció para que me integrara como voluntario. No se equivocó porque esto es increíble: compartes el valor del esfuerzo, conoces a personas de otros países? prefiero entregarme intensamente este mes a esta actividad porque esto no se vive siempre y ahora que soy joven quiero vivirlo aún más", agrega.

La mayor prueba a la que se somete este festival internacional se vive cuando los grupos invitados llegan a la Isla. Se hospedan en hoteles, casas rurales y residencias de la zona, por lo que hay que coordinar infinidad de traslados al día en función de sus actuaciones previstas tanto en el casco como en Carrizal, que realiza también de manera desinteresada la empresa Rodriauto poniendo a disposición del festival una flota de guaguas, turismos y furgonetas durante una semana, cuyo combustible corre por cuenta del festival.

Las singulares demandas de los mismos constituyen un reto en muchas ocasiones. Fue el caso este año del grupo Panghat Performing Arts de la India, que avanzó a la organización que se abstuviera de incluir en su dieta diaria carne, pescado o productos que contuvieran lactosa, prefiriendo un menú vegetariano en el que no faltara el grano o la fruta como alimentos principales.

El festival sirvió casi 4.000 menús (180 comidas diarias) de cuya elaboración se responsabilizó la empresa de catering Carben de Ingenio. Dos nutricionistas supervisaron los distintos menús en los que se incluía toda la pirámide de alimentos y que diariamente se despachaban en el Colegio José Sánchez y Sánchez de la zona de La Pastrana.

El calvario administrativo de la organización se repite cada año a la hora de tramitar la participación y traslado de los grupos cuando pertenecen, sobre todo, al área africana. "La tramitación de la documentación con las formaciones de ese continente suele ser la más conflictiva y complicada", reconoce Obdulia Artiles. Por ello Coros y Danzas solicitó recientemente en una reunión mantenida con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, que Casa África operase como enlace y plataforma oficial de intermediación a la hora de gestionar algunos expedientes y permisos de traslado.

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