Manuel del Castillo y del Castillo, fundador del grupo Amoreto 2000, dedicó los últimos años de su vida a conquistar un "sueño" que hoy "se hace realidad" con la inauguración de un hotel de cuatro estrellas plus en la urbanización de Campo Internacional de Maspalomas. Apasionado del mar y de la fauna que habita en las aguas del Atlántico, el promotor decidió bautizar a este nuevo complejo turístico con el nombre de Los Calderones, una de las pocas especies de mamíferos que cuida de su familia tras superar la edad de reproducción. Tras tres años de obras y una inversión de más de cuatro millones de euros, la empresa rinde honor al patriarca y abre las puertas de un establecimiento renovado con 207 camas turísticas.
En la rehabilitación de este último establecimiento turístico que ha ganado Maspalomas subyace la "ilusión y el esfuerzo" de un hombre que "nunca bajó la guardia" en los momentos difíciles.
El inmueble, construido hace casi 30 años bajo el nombre de Maspalomas Oasis Club, cerró sus puertas a los visitantes en 2014 para afrontar un proceso de renovación de sus instalaciones.
Hasta entonces el edificio, propiedad de la compañía Amoreto, constaba de 85 apartamentos con categoría de dos llaves. Los problemas financieros, que arrastraba la empresa peninsular que gestionaba el complejo, dio paso a un proyecto de rehabilitación al amparo del Plan de Modernización de Maspalomas.
La recuperación de esta parcela se convirtió en un "sueño" para su propietario. Manuel del Castillo llevaba desde los "números" hasta el "papeleo" de este proyecto. A sus 87 años, permaneció "al pie de esta obra en todo momento". Incluso los operarios colocaron en el recinto algunas rampas de madera para que el promotor pudiera supervisar los trabajos a bordo de su silla de ruedas.
"Tenía claro que tras la crisis, que tanta factura había pasado en estos últimos años en las Islas, el proyecto tenía que salir adelante", cuenta Ángeles Ojeda, propietaria de la compañía y mujer de Manuel del Castillo.
Y así fue. Tras tres años de obras y trámites administrativos el recinto se ha convertido en un hotel de cuatro estrellas plus especializado en un público adulto.
Sus 78 suites, construidas a dos alturas y con jardín privado, se abren paso en un recinto que desprende aromas y colores "tropicales". Diseñado bajo una filosofía que promueve una "gastronomía sana y natural", marinada con cócteles afrutados, el inmueble ha ganado tras las obras un gimnasio con sauna, dos cuartos para masajes, tres piscinas, un restaurante, un bar de aperitivos y una sala equipada con ordenadores, entre otras instalaciones.
Las obras han garantizado a la propiedad una ocupación me- dia de un 87% de clientes y un ni-vel de satisfacción del 96% de sus servicios.
Esta noche el grupo Amoreto celebra, en compañía de autoridades y el equipo que ha trabajado en la renovación del hotel, un brindis por aquellos "sueños" que al principio parecían "imposibles" pero que hoy ya han endulzado las vacaciones de los 35.000 visitantes que ya han pasado por el establecimiento en los últimos meses.
