Ya ha pasado una semana desde que Luis Alvarado Alemán, El Bufo, iniciase su tour delictivo por diversos municipios del Sureste. El fugitivo ha conseguido escapar de la Guardia Civil en dos ocasiones desde entonces, y hasta su captura será difícil saber con exactitud cuántos atracos y robos ha llevado a cabo. No cabe duda de que el delincuente, de 27 años, está recibiendo ayuda externa para eludir a la Benemérita durante todo este tiempo. La última vez que se supo algo del fugitivo fue cuando consiguió huir de dieciocho agentes en su vivienda familiar en Sardina del Sur el pasado jueves.

Desde entonces, se especula con que Luis El Bufo se esté ocultando hasta que pase el revuelo que causó con sus dos persecuciones policiales. Sus huidas han sido la comidilla del fin de semana en Sardina del Sur, donde los vecinos no salen de su asombro. “Es increíble que escapara dos veces de la policía”, aseguró atónito Juan López, que sufrió varios robos por parte de Luis El Bufo cuando era un adolescente. “No tiene filtro, no es Robin Hood, roba a la gente pobre y asalta a los mayores”, denunció López, que espera que acabe entre rejas lo antes posible.

No se habla de otra cosa. El fugitivo ha conseguido ser el tema de conversación de moda en las diferentes localidades donde perpetra sus robos. En Aldea Blanca, donde allanó una vivienda y robó un vehículo el pasado lunes, se baraja todo tipo de hipótesis. “Alguien tuvo que darle alguna pista para que me robara el coche”, sospecha Alejandro López, pareja de Naira Lorenzo, a quien sustrajo el bolso con la llaves del turismo a través de la ventana de su cocina. “Lo increíble es que nadie viese ni oyese nada”, explica Yessica Pérez, vecina de Aldea Blanca. “Esto es un pueblo pequeño y todos nos conocemos, si hay algo raro se suele ver venir”, añadió.

Pérez relata el sentimiento de miedo que se vive en Aldea Blanca, así como otras localidades del Sureste. “Todo el mundo está cerrando todo a cal y canto”, afirmó Pérez, que ella misma asegura haber reforzado la seguridad de su vivienda. “Toda precaución es poca con este criminal”, sostiene.

Tras el robo en Aldea Blanca, El Bufo comenzó su tour delictivo el martes en Vecindario. Allanó un piso de donde sustrajo varios objetos electrónicos que cargó en el coche robado, un Toyota Yaris rojo al cual cambió las matrículas. Después fue a otra vivienda con el mismo objetivo, pero quedó en tentativa ya que no consiguió acceder al interior. Ya en Agüimes cometió al menos otro allanamiento en una casa en el casco antiguo, donde sustrajo enseres y una escopeta. Sobre las 10.00 horas del martes la Guardia Civil divisó el vehículo del sospechoso, con las matrículas cambiadas pero con las pegatinas y las decoraciones que permitieron a los agentes reconocer el turismo robado.

Tras una persecución de película, en la que el fugitivo tuvo tiempo de parar a cambiar una rueda, Luis El Bufo terminó chocándose cerca de Temisas y huyendo a pie por el barranco de Balos cuando un agente sufrió un golpe de calor. La segunda huida se produjo cuando la Benemérita se presentó en su vivienda familiar el pasado jueves. Dieciocho agentes armados y dos vehículos quads para evitar otra fuga por el barranco pero con el mismo resultado.

El Bufo huyó a través de las azoteas y consiguió introducirse en una finca cercana para eludir a la Guardia Civil por segunda vez, donde también hubo un agente hospitalizado por las heridas que sufrió al precipitarse desde tres metros de altura. “Escapó por los techos y engañó a la policía una vez más”, explicó Juan López, testigo del operativo y la huida del delincuente. Desde entonces no se sabe del paradero del ladrón. La Guardia Civil hace lo posible y pide la colaboración ciudadana para detener al fugitivo del Sureste.