"Si con un vigilante Anfi no puede garantizar la seguridad de la playa de Tauro y evitar el acceso de los usuarios deben contratar a más. Como si tienen que poner a quince", manifestó ayer el concejal de Urbanismo de Mogán, Mencey Navarro, ante las reiteradas solicitudes del concesionario de esta cala reclamando la presencia policial para que los bañistas respeten la valla y no se instalen en la misma.
Navarro señaló que ya le ha explicado a los representantes de esta empresa, vinculada al grupo Santana Cazorla, que, al contar con la concesión de la Dirección general de la Sostenibilidad de la Costa para regenerar la playa y explotar los servicios de temporada son los responsables de los daños y perjuicios que las obras ocasionen a las personas, así como las actividades autorizadas en este espacio.
Precisó el concejal de Urbanismo y segundo teniente de alcalde, que "si no se produce algún tipo de desorden público o se incumple la ordenanza municipal del litoral, como podría ser que alguien estuviera haciendo un asadero, la Policía Local no va a actuar".
Navarro añadió que, aunque Costas precintara las obras a raíz de las denuncias que presentó el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), en las que se alertaba que la construcción no se ajustaba a la legalidad, hechos que se trasladaron al Juzgado de Instrucción de San Bartolomé de Tirajana, y que a raíz de este procedimiento fuera cesado el director de la Demarcación, José María Hernández, y se iniciara el proceso para revocar la concesión, Anfi sigue siendo la responsable de la seguridad de la playa.
El procedimiento judicial en el que está inmersa la concesión de esta playa "va a eternizar la ocupación pública de la playa de Anfi", remarcó el concejal. En este sentido, recordó que para evitar esto la alcaldesa, Onalia Bueno, mantuvo un encuentro el pasado mes de junio con la subdirectora de Dominio Público Marítimo Terrestre, Josefa Solernou, para intentar buscar una solución a la reapertura de esta cala. En esta reunión, la regidora de Mogán planteó la posibilidad de abrir de forma cautelar la playa, con el compromiso del promotor y del Ayuntamiento de hacerse cargo de la seguridad y de los servicios de temporada, cuestión que fue rechazada por la situación jurídica en la que se encuentra esta obra.
Desde el grupo Anfi denunciaron ayer la "indefensión "a la que se enfrenta ante la imposibilidad de proteger la obra de Anfi Tauro. La firma turística lamentó a través de un comunicado la dejadez absoluta en sus funciones que viene protagonizando la Guardia Civil, al no hacer nada por evitar la ocupación de bañistas. La compañía comentó que si ya en el mes de julio fue incesante la entrada descontrolada de turistas, vecinos y usuarios, el mes de agosto será una auténtica avalancha, tal y como sucedió en la pasada Semana Santa.
Fuentes de la empresa concesionaria de la playa insistieron en que están haciendo todo lo que está en su manos para garantizar la seguridad de los turistas. Añadieron que han doblado desde hace meses la seguridad privada para evitar que nadie pueda entrar a la zona donde todavía está inconclusa la obra, y aseguraron que hace unas semanas tuvieron que reponer 200 metros de vallado porque fue sustraído.
Fue en 2015 cuando el grupo Anfi obtuvo la concesión del Ministerio de Medio Ambiente para ocupar 11.200 metros cuadrados de dominio público marítimo terrestre para regenerar la playa de Tauro. L a empresa colocó 70.000 toneladas de arena que trajo desde el Sáhara, lo que supuso una inversión de 6 millones de euros. Apenas habían terminado las tareas de inyección de árido cuando la playa estaba en el punto de mira de la Guardia Civill por los permisos para iniciar las obras y los terrenos que debía aportar el promotor. Para ampliar esta cala Anfi tenía se comprometió a incluir unos 3.811 metros cuadrados.
