Las coquetas calles del centro histórico de la ciudad de Santa María de Guía exhiben este verano una muestra fotográfica que remite a las fiestas de sus diferentes barrios durante el siglo pasado, un paseo en blanco y negro que repasa la parranda de antier, bien en una esquina inesperada o en algunos de los puntos más emblemáticos de su entramado urbano.
Ahí está el heladero con su nevera de corcho montando un corte; un señor en bicicleta cuando aún no había terminado de levantarse la iglesia de La Atalaya; el obispo Pildain haciendo cumbre en una cuesta de Anzo flanqueada por los milleros; una ordeñada de cabras con motivo de Santa Rita; o un rancho de chiquillos enchaquetados y con la raya del pelo dibujada a tiralíneas comprando cachivaches a un feriante con una gorra que parece de cartón.
La novelería del invento es mucha. Ante los paneles, que están organizados imitando viejos marcos en una suerte de traspantojo que hace de la calle un perfecto cuarto de estar, el vecindario para a sacar ya no solo el nombre del personaje retratado, sino a veces su genealogía completa, tirando de madres, abuelas y bisabuelas para casi remontarse a la Conquista. "Sí, mujer, esa es Juana, la hija de Juanilla, la de Perico", se oía ayer al soslaire de la iglesia principal pirateando la conversación, mientras la interlocutora confesaba, a su pesar un..., "pues será Juana la de Juanilla, pero yo ahora mismo no caigo, niña".
La muestra ha sido instalada con motivo de las fiestas de La Virgen, unas celebraciones que, como explica el archivero municipal, Sergio Aguiar, "son de toda la localidad, no solo del casco, de ahí que se haya querido dar importancia a las distintas fiestas de los barrios para que conozcan sus historia".
El trabajo, que incluye un programa de fiestas que imita un antiguo álbum fotográfico, ha sido ingente, con una primera selección de unas 1.500 imágenes que ha llevado meses de estudio, clasificación y restauración en las que han participado el diseñador Luis Jiménez, la fotógrafa Mónica Rodríguez, la técnica de Turismo, Omayra Rodríguez, la concejal de Fiestas, María del Carmen Mendoza y el propio Aguiar.
El conjunto es reflejo de la obra de tres profesionales del siglo XX: Paco Rivero, Elías Gil León y el holandés John van Leeuwen, o John el fotógrafo para los amigos, unos retratistas que no dejaban títere con cabeza barriendo con sus cámaras desde las panorámicas que hoy permiten conocer la evolución urbanística de Santa María de Guía, a rememorar actos festivos hoy perdidos y personajes que dieron solera a la ciudad, dado que el trío disparaba a cualquier cosa que se moviera para pasar luego largas horas en el cuarto de relevado.
La ruta fotográfica ofrece un gran valor etnográfico, como subraya el archivero, con topónimos hoy desaparecidos, barrios que han crecido creando nuevos núcleos urbanos 'independientes', también por rememorar las imágenes de juegos antiguos en los que se entretenía la chiquillería o por los tan asombrosos como sencillos tinglados de unos feriantes que recorrían la isla a golpe de fiestas patronales.
Hay que subrayar que, en el caso de Paco Rivero, el fondo fotográfico resulta abrumador, dado que también conservó el legado de John Van Leeuwen -que residió en la ciudad norteña una década entre los años 50 y 60-, y que hoy se conserva en la Fundación Néstor Álamo. Rivero, según abunda Aguiar, comenzó con apenas siete años, cuando recibió de regalo su primer máquina una " Braun Imperial 6x9", para terminar como un "consumado profesional" ganando importantes galardones regionales y nacionales, e incluso alzándose con el segundo premio en el IV Certamen Internacional de Berna (Suiza) en 1969.
Junto con Elías, de una familia muy conocida en la ciudad por su famoso restaurante del barrio de San Juan, el trío inmortalizó todos los actos sociales de la época, especialmente gracias a lo que se conoce en el gremio como la BBC, bodas, bautizos y comuniones, que conformaban el sustento de su profesión, y que alternaban con los encargos institucionales hoy convertidos en un legado de valor incalculable .
