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Tejeda 'se remoja' para huir del dios Ra

La piscina municipal se llenó de personas que trataban de evadir las altas temperaturas

Tejeda 'se remoja' para huir del dios Ra

Como en la famosa canción de Los Rodríguez, hace calor en Gran Canaria. Mucho calor. Y, con máximas que superaron los 40 grados en algunos puntos de la geografía insular, los habitantes de la Isla fueron creativos a la hora de encontrar la forma de sobrellevar las cálidas temperaturas y la calima envolvente que redujo la visibilidad de manera considerable en el sur y las medianías.

De remojo en la piscina municipal de Tejeda, entre los pinos del Parador del municipio, cogiendo resuello bajo un castaño o en un banco a la sombra de las casas de Tunte o Santa Lucía de Tirajana, los grancanarios soportaron la alerta naranja por máximas con más o menos acierto. Algunos de ellos, como dos cazadores en la fortaleza de Ansite o dos ciclistas llegando a Ayacata, le hicieron frente al dios Ra y al polvo sahariano.

En la piscina del pueblo de las cumbres, un centenar de personas combatían el calor en familia. El recinto se ha hecho famoso entre los ciudadanos de la Isla por su entorno y por la "calidad de las instalaciones", según una de sus usuarias de ayer, Loli Herrera, que pasó allí todo el día con los suyos. Pertrechados con toallas y sombrillas, y con una nevera repleta de comida y bebidas frías, esta familia de Teror pasó "con el agua, sandwiches, tortilla y frutas" esta jornada de altas temperaturas. "El paisaje y el entorno es espectacular. Parece un oasis", remachó mientras volvía a meterse de remojo con sus nietos.

Los trabajadores también observan esta afluencia de foráneos de Tejeda. "Viene bastante gente de fuera del municipio", destacó el socorrista de la piscina, que también dijo que el calor se notó más ayer que el domingo. "Hoy ha estado el día fatal de calor, pero ayer hubo más gente", sentenció su compañera en recepción.

Para Víctor Santana y Heriberto López, la situación empeoró mucho ayer con respecto al domingo. "El día está fatal, desde que se metió la calima ayer (por el domingo) por la tarde", comentaron. Estos dos cazadores de la zona de Ansite tuvieron que dejar de trabajar el domingo a las 10.00 "porque los perros estaban pidiendo agua a gritos". Misma opinión tuvo Javier Reyes, trabajador de Tunte, que destacó que ayer no salió el sol "de la calima tan espesa que había". También notó el incremento de temperaturas Manolo Ortega que, junto con su burra La Morenita, hacen las delicias de los que se acercan al Parador de Cruz de Tejeda. "Hoy hace el doble de calor que ayer, está a tope", señaló sentado a la sombra de un castañero, mientras un obrero que cortaba el tráfico en la carretera hacia el Pico de las Nieves cogía aliento bajo un pino.

Este operario contó que se estuvo hablando "de parar las obras de asfaltado de la carretera", pero que al final no llegó a hacerse efectiva la medida. Para él, "hasta poco calor ha hecho este año", aunque reconoció que llevan varios días "fatal".

Sin embargo, las temperaturas extremas no impidieron a algunos vestirse el maillot y coger carretera montados en sus bicicletas. Los primos Raúl Cruz y Adrián Marrero salieron a las 12 del mediodía de su casa en Artenara para embarcarse en una aventura de tres horas, bajo un calor asfixiante, hacia el Roque Nublo. Provistos de seis litros de agua y bebidas isotónicas, así como de varios plátanos, estos ciclistas se decidieron a desafiar los 40 grados. Valientes fueron.

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