El Cabildo de Gran Canaria presenta hoy a los vecinos de Caleta de Arriba la talla restaurada de la Virgen de Nuestra Señora del Mar. La entrega se realizará a las 18.30 horas en el Mirador del Pescador, en el barrio que comparten los municipios de Gáldar y Guía, según anunció ayer el gobierno insular.

El consejero de Cultura del Cabildo, Carlos Ruiz, procederá a la entrega oficial de la imagen tras el tiempo que ha durado su proceso de restauración, en un acto en el que estarán presentes los alcaldes de Gáldar y Santa María de Guía, Teodoro Sosa y Pedro Rodríguez, respectivamente, así como sus concejales de Cultura y Patrimonio Histórico, Julio Mateo y María del Carmen Mendoza.

La citada talla, cuyos trabajos acometió durante el transcurso de algo más de dos meses el especialista Francisco Díaz Guerra, fue realizada en la década de 1980 por el artista galdense Juan Borges Linares.

Los trabajos de recuperación de la imagen han costado casi 4.000 euros, que ha costeado la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico en el marco de su política de restauración y puesta en valor de los diversos y ricos bienes patrimoniales que se conservan en la isla.

"La cuidadosa labor de Francisco Díaz", explicó Carlos Ruiz, "consistió en eliminar la repolicromía no original que se había ido sumando en distintos periodos y que desvirtuaba el aspecto original con el que Borges Linares creó esta imagen en 1980". Nuestra Señora del Mar, que también tuvo que sufrir en algún momento de su historia los efectos del fuego en un incendio, es objeto de devoción y culto por parte de los vecinos de esta zona costera del norte.

Ruiz consideró que "la recuperación de esta talla no sólo es importante para la comunidad creyente de la zona, sino también por lo que dicha pieza significa en el contexto de la producción artística de uno de los creadores pertenecientes a la tradición escultórica canaria del pasado siglo XX".

La ubicación en la gruta al borde del mar donde se encuentra actualmente la imagen ha provocado su deterioro, debido a la acción corrosiva de la brisa marina y los cambios de temperatura provocados por la incidencia directa del sol. Las sucesivas intervenciones poco afortunadas sobre la talla tampoco fueron las más adecuadas. Hasta seis capas de pintura plástica ha debido retirar el restaurador de la talla de Borges Linares. Francisco Díaz eliminó los repintes en las carnaciones, túnica y manto de la virgen y rellenó las fisuras e imperfecciones de su superficie, rehaciendo los pliegues de la túnica y las olas de la base.