"Los árboles se chequean cada mes". Así de contundente se mostró ayer el alcalde de Teror, Gonzalo Rosario, a la pregunta de si existe la más remota posibilidad de que suceda en la romería del Pino lo que, por desgracia, aconteció el pasado martes en Madeira, cuando un árbol centenario de grandes dimensiones cayó y mató a trece personas, y dejó alrededor de cincuenta heridos, siete de ellos graves, en una fiesta.

Una fiesta típica que acabó en tragedia. Cada año se congregan miles de devotos en la Romería de Nuestra Señora del Monte y en esta ocasión, mientras aguardaban en las inmediaciones de la zona de Largo da Fonte, al comienzo de la romería, el árbol centenario se desplomó.

Los vecinos de la zona culpan al mal estado en el que se encontraba y lo descuidado que lo tenían las autoridades. Según los medios locales, el árbol, un roble centenario que se encuentra en un jardín del siglo XIX tenía el tronco hueco y ya había sido reforzado con cables, puesto que suponía un riesgo para la población local.

En Gran Canaria las calles están pobladas de distintas especies de árboles autóctonos y foráneos que embellecen la Isla. Por lo que con lo acontecido en Madeira los ayuntamientos de la Isla han decidido incrementar los controles a dichas especies.

A la vuelta de la esquina se encuentra una de las celebraciones más importantes de Gran Canaria y que suele congregar a una gran cantidad de fieles en sus emblemáticas calles: la Romería del Pino. El Ayuntamiento y su alcalde, apuntan que "los cinco árboles que se encuentran en las inmediaciones de la Iglesia están en perfecto estado". La caída de ramas de los árboles es un hecho ocasional y puntual, como el que aconteció en las ramblas de Barcelona, pero lo importante es tener los ejemplares cuidados y sanos. "Desde el Ayuntamiento llevamos a cabo un mantenimiento óptimo", recalca el alcalde Gonzalo Rosario.

Unos árboles que se cuidan y tratan, fruto de su tradición histórica y la simbología que representan para el municipio. Los peregrinos y devotos de la Virgen del Pino, además de todos aquellos que se acerquen para disfrutar de una fiesta típica podrán estar tranquilos, puesto que los árboles están sanos y cuidados, por lo que podrán acercarse sin miedo a su sombra.