"Teror es una parada esencial para entender la historia y devoción" de esta tierra. Es así, como definió la pregonera María Concepción Brito, a las fiestas en honor a la Virgen del Pino. La emblemática villa marina empieza a prepararse para días llenos de jolgorio y diversión para vecinos y visitantes, que disfrutarán de unas fiestas cargadas de actos que tendrán la romería-ofrenda a la patrona de Canarias como su plato fuerte.

Las fiestas arrancaron en la noche de ayer, con el pregón a cargo de Mª Concepción Brito Núñez, alcaldesa de Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife. Una forma de simbolizar el acto de hermanamiento entre ambas villas.

De la misma forma que, desde ayer, Betancuria y Teror, acordaron un hermanamiento que quedará sellado el próximo 15 de septiembre, en Fuerteventura. Unos lazos que van más allá de las similitudes entre ambos municipios y que responde a "tres pueblos hermanados por una misma virgen y que se corresponden con La Peña en Betancuria, El Pino en Teror y la Virgen de los Dolores en Tinajo" según explicaron los alcaldes y el Vicario de la Diócesis, Hipólito Cabrera.

La noche de ayer arrancó con un pregón en el que Brito recordó sus niñez y sus primeras visitas a la villa como un lugar obligado dentro de la Isla. "Era una parada esencial en esta isla para entender su historia y devoción". Más tarde sus viajes tenían un motivo concreto. "He peinado sus caminos con el paso firme de la Danza Venerada Santísima Trinidad de Igueste, con la que como bailaora, he trenzado los sabores de una de las romerías más hermosas y antológicas de Canarias". Y finalmente, como Concejala en el Ayuntamiento de Candelaria, "formando parte de la comitiva oficial que cada año se desplaza a la Villa en virtud de un hermanamiento ejemplar entre nuestros pueblos".

Brito se enfrentó a una situación nueva para ella, como es pregonar unas fiestas, y los nervios esos que aguanto estoicamente le llevaban acompañando todo el día. "Desde mi llegada a la Isla, he percibido ese golpe de estómago con el que nuestro cuerpo nos alerta de que algo exclusivo acontece y de repente todos los sentidos se alían para ponerte en tensión. Todo para mí tiene hoy otro color en Teror".

La villa mariana y Candelaria tienen un hermanamiento con el que han estrechado sus relaciones. "Cerramos el 25º aniversario de Hermanamiento de nuestros pueblos, con los que quisimos visibilizar las buenas y necesarias relaciones administrativas y humanas entre dos corporaciones y sus ciudadanos, unidas por las figuras de Nuestra Señora de Candelaria y la Virgen del Pino, y prorrogar ese compromiso para el futuro, dando ejemplo parar Canarias de una relación cómplice y favorecedora que ennoblece a nuestros municipios".

Una hermanamiento que existe pese a que "todavía hay algunos interesados en ramas de lo social y político en separarnos, marcar diferencias y provocar pleitos trasnochados y superados inteligentemente en esta tierra". Una reivindicación y una forma de dejar claras las posturas de ambos municipios.

Una Virgen que para Brito "ha contribuido más a la unión entre nosotros que otros estamentos sociales. Lo veo en los ojos de quienes llegan a Candelaria o a Teror, o este año también a la isla de El Hierro; de los miles de peregrinos y romeros, la mayoría no practicantes ni especialmente religiosos, que se rinden ante su Patrona con todo tipo de peticiones. Con la sensación de sentir en su tierra y sus tradiciones, las costumbres de sus predecesores".

"Las fiestas del Pino tienen una identidad tan arraigada que todos los grancanarios las sienten y viven plenamente, y el resto de isleños de dentro y fuera del Archipiélago las siguen y celebran desde la distancia", resaltó Brito. Unas fiestas que son el santo y seña de una isla que se vuelca en su festividad con una peregrinación casi obligada a un municipio que prevé alcanzar más de 60.000 personas.

Brito en su intervención leída hizo un guiño al diseñador del cartel, puesto que "refleja la acción y la vida que nos ofrecen los espacios festivos, los momentos del año en que nos encontramos y compartimos".

En su pregón también hizo una reivindicación "la obra es la metáfora perfecta del cometido que tenemos que tener las instituciones y los organizadores: observar con la distancia precisa para favorecer lo que ocurre en esta cita, siendo conscientes de que el color, el movimiento y la evolución lo marcan los protagonistas, el público, la ciudadanía que también reclama la evolución de los eventos", con el objetivo de adaptarse a los tiempos que corren.

Unas fiestas en las echarse a la calle "para vivir todos sus actos en las mismas plazas y espacios que ya disfrutaron varias generaciones anteriores de terorenses", unas fiestas se deben seguir muy vivas.

Para ello cooperan todos los vecinos del municipio que se preparan para su llegada con el embellecimiento de sus calles, el arreglo de los escaparates y la colocación de puestos en los que dar a conocer los productos típicos de Canarias y del municipio. Es así, como entre el público los abanicos para sofocar el calor se mezclaban con los bocadillos de chorizo de Teror y los Clipper de fresa de los que disfrutaban pequeños y mayores.

El acto más destacado llegó con la firma del hermanamiento ante la singularidad y similitudes de dos municipios como Teror y Betancuria, que en la celebración de su fiesta grande acogen a miles de peregrinos. Betancuria que estuvo representada por su alcalde, Marcelino Cerdeña y Gonzalo Rosario, firmaron el pergamino y destacó la importancia de dicho documento, para afianzar las relaciones de ambos municipios para cooperar y crear lazos de unión. A ellos se unió el Vicario de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, quien sumo su firma a un documento que también queda reflejado a ojos de la virgen que lo promulga. El acto continúo con las distinciones en las que María Del Pino Batista González fue nombrada hija predilecta del municipio, por su labor de misionera en diversos países como Cuba y Bolivia, en donde trabajo por y para el bienestar de los más necesitados y como ella recalcó, "soy Dominica misionera de la Sagrada Familia". Mientras que a Francisca Hernández Pérez se le otorgó la distinción de hija adoptiva, por sentar las bases del hockey.

La insignia de oro del municipio fue otorgada a Nieves Ramos Rosario, por su labor emprendedora dentro y fuera del municipio, a Juan José Carrasco Lescano, por su dedicación a las labores de mantenimiento de la basílica y a Pirotecnia El Pilar Familia de Benjamín Dávila, por toda una vida dedicada al oficio.

Una vez entregadas las correspondientes distinciones y con el ambiente festivo que se vivía se celebró el concierto de la Banda de Música de Teror. Dirigida por Óscar Sánchez arrancó los aplausos de un público entregado con la interpretación de Ay Teror, qué lindo eres.