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La contaminación marina Las depuradoras de Gran Canaria

Medio Ambiente declara la ilegalidad de los vertidos en la capital y Jinámar

El Gobierno de Canarias dasautoriza las emisiones submarinas desde la estación del Teatro

Medio Ambiente declara la ilegalidad de los vertidos en la capital y Jinámar LA PROVINCIA/DLP

La Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias ha denegado la autorización solicitada por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para verter aguas residuales desde el emisario submarino del Teatro y ha observado seis "incumplimientos" en los vertidos que se realizan desde la estación depuradora de Jinámar, gestionada por el Cabildo, por lo que también procederá a cerrar el expediente que se está tramitando para construir un nuevo emisario en esa planta.

La resolución del departamento regional de Medio Ambiente está firmado el 17 de julio de 2017 y deniega al Ayuntamiento capitalino "la autorización de vertido desde tierra al mar de aguas residuales pretratadas procedentes de la estación de bombeo de El Teatro y las aguas residuales depuradas y salmuera procedente de la depuradora de Barranco Seco, a través del emisario submarino de El Teatro".

Entre los motivos para denegar el permiso, la viceconsejera de Medio Ambiente, Blanca Delia Pérez Delgado, señala en primer lugar que "no se aporta documentación acreditativa de la titularidad del emisario submarino de El Teatro; por lo cual el Ayuntamiento no está en disposición de acreditar su calidad de interesado en la solicitud de autorización de vertido al mar".

La segunda razón para desautorizar el vertido es que "el efluente objeto de autorización no cumple los requisitos legales establecidos en la normativa sectorial de tratamiento de aguas residuales urbanas, pues considerando la carga contaminante actual de la red colectora a la que dan servicio las instalaciones de tratamiento, el vertido de aguas pretratadas en tiempo seco no es autorizable en virtud del Real Decreto-Ley de 1995 que establecen las normas aplicables al tratamiento de aguas residuales urbanas".

Desperfectos

En tercer lugar, sostiene que "la documentación aportada hasta la fecha no justifica que la situación estructural del emisario submarino sea adecuada para garantizar su estabilidad". Por otra parte, visto que el emisario submarino ha sufrido desde el año 1994 importantes incidentes de rotura o desplazamiento, así como numerosos desperfectos por impacto de anclas y cadenas de buques, debido a su localización en la zona de fondeo de la Rada Sur del Puerto de Las Palmas, se ha solicitado al Ayuntamiento que estudie y proponga medidas para proteger el mismo de futuros incidentes, sin que se haya recibido información suficientemente detallada de este aspecto.

En un cuarto punto, la resolución de Medio Ambiente resalta que "el sistema actual no dispone de una arqueta en el arranque del emisario submarino que permita la toma de muestras representativas del efluente final, así como el control de los caudales vertidos". Según la documentación aportada por el Ayuntamiento, está previsto acondicionar una nueva arqueta a tal fin, pero no precisa sus características, localización, ni el plazo de esta actuación y su presupuesto estimado.

Como quinto motivo, señala que "no se aporta información precisa sobre los caudales actuales y futuros que recibe la estación depuradora de Barranco Seco y los que se vierten al mar a través de El Teatro, explicando el modo de funcionamiento del emisario submarino en cada uno de los escenarios, incluidos los correspondientes a episodios de lluvias".

Por último, apunta que "los escenarios de vertido planteados no parecen ajustados a la realidad si se comparan con la información de caudales vertidos suministrada en los últimos Programas de Vigilancia y Control (PVC) del vertido autorizado en el año 2003, correspondientes a los años 2014 y 2015".

En otro informe referido a la depuradora de Jinámar, la Viceconsejería de Medio Ambiente "observa que desde hace ya varios años se está superando el caudal máximo de vertido autorizado en unas seis veces lo permitido", lo que achaca a que no se está depurando con un tratamiento terciario el efluente que llega a la depuradora. Tampoco se está reutilizando el caudal previsto en el proyecto.

El informe recalca que "se está superando el volumen anual de vertido establecido en la autorización hasta unas cinco veces más" y recuerda que "en su día se permitió a poca profundidad porque se iban a verter por el mismo emisario aguas depuradas después de un tratamiento terciario, y no con uno secundario como es en la actualidad (más contaminante)".

En el seguimiento del año 2016, se observa que "el punto de vertido ha cambiado de lugar tras una reparación de la conducción que no fue comunicada a la Viceconsejería y se ha cambiado la posición de un punto de muestreo", concluye.

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