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La contaminación del mar Conflicto institucional

A la Virgen del Pino rogando

Fernando Clavijo y Antonio Morales cruzan reproches sobre la gestión de las aguas residuales antes de asistir a la solemne eucaristía en Teror y la procesión de la imagen

A la Virgen del Pino rogando

En plena batalla política por la contaminación del mar, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y el del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, se vieron ayer las caras en Teror, con motivo de la fiestas en honor a la Virgen del Pino. Imperó el protocolo y la cortesía en su saludo, en el que incluso se mostraron muy sonrientes, pero, fuera de la solemnidad del acto institucional ambos mandatarios intensificaron su duelo dialéctico en relación a la calidad de las aguas residuales que se vierten en la isla y la tensa relación entre las dos instituciones subió un escalón más. Morales afeó a Clavijo que "no ha actuado como presidente de todos los canarios", mientras que el jefe del Ejecutivo regional criticó que Gran Canaria vierte buena parte de sus aguas al mar sin depurar. El cruce de reproches por la depuración de las aguas fue protagonista minutos antes de que ambos entraran en la Basílica de la villa mariana.

En el patio de la Casa de los Patronos de la Virgen, antes de asistir a la función religiosa y participar en la procesión de la imagen, tanto Clavijo como Morales se recriminaron, eso sí por separado y en declaraciones a los medios, acerca de la gestión de las aguas residuales.

En el centro de la discusión, un porcentaje. El presidente de la Comunidad Autónoma no comparte la afirmación de Morales de que la isla depura el 99% de las aguas que vierte al mar. Para Clavijo, este dato es incierto, según los informes que maneja el Ejecutivo. "No puedo mentir", reiteró el dirigente de CC, que puso en duda esta cifra.

De hecho, la consejera de Política Territorial y Seguridad del Gobierno regional, Nieves Lady Barreto, aseguró el miércoles que el 71% de los emisarios de la isla no tiene autorización y que del 29% restante que sí la tiene "algunos no cumplen con el tratamiento correcto".

En cambio, ayer Morales, de Nueva Canarias, insistió en su tesis y garantizó que el tratamiento de las aguas se hace en "óptimas condiciones". Además, volvió a acusar al Gobierno de Canarias de mentir, al tiempo que aseguró que si el 70% de los vertidos no están autorizados, eso no implica que no estén las aguas depuradas.

Morales reprobó a Clavijo, quien, a su juicio, "no ha actuado como presidente de todos los canarios" y lamenta que "un presidente que tendría que sentirse orgulloso de que una isla trate bien el problema de sus aguas depuradas no puede salir a atacar a esta isla para defender las posiciones del Cabildo de Tenerife y unas siglas políticas, sobre todo mintiendo e intentando tergiversar la realidad".

El exalcalde de Agüimes sostuvo que Clavijo "no puede utilizar la presidencia del Gobierno para atacar a una institución, isla o cabildo, para defender a otro cabildo".

En este sentido, remarcó que el 99% de las aguas que se tratan en Gran Canaria se hacen en las condiciones adecuadas y el Gobierno de Canarias tiene todos los informes que lo acreditan.

A este respecto, recordó que "nunca, en los últimos años, se ha abierto una sanción por ningún vertido" en Gran Canaria por incumplir con la depuración.

En relación al 1% restante, alegó que tiene que ver con "vertidos mínimos" de un núcleo de población reducido y de "depuradoras de pequeñas instalaciones, aunque todas tienen un control sanitario y control del propio Gobierno y no hay ninguna sanción".

Argumentó que las aguas públicas tratadas por las mancomunidades, los consorcios, los ayuntamientos y el Consejo Insular de Aguas, que es el mayor volumen, "están bien tratadas".

De ahí que exigió a Clavijo "responsabilidad políticas" por "intentar manipular la realidad".

Visión opuesta expresó Clavijo, que antes de dirigirse al templo cuestionó el porcentaje manifestado por el presidente del Cabildo. "Yo no lo hago para fastidiar ni para molestar a nadie, sino pensando que tenemos un problema y quiero poner soluciones, no sólo quiero poner soluciones a algo que no es competencia del Gobierno, sino de los cabildos y ayuntamientos, sino que, además, hemos puesto recursos", resaltó el presidente.

En este sentido, el exalcalde de La Laguna explicó que el Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan), "que fue tan criticado", ha puesto 1.200 millones de euros para infraestructuras. "En el caso de Gran Canaria son 50 millones de euros lo que el Fdcan ha puesto en este tipo de materia", agregó.

"Yo no busco conflicto, busco soluciones y arreglar un problema que es evidente y que nos atañe a todos porque éste es un problema de la humanidad", apostilló.

La polémica que rodea a los vertidos supone un desencuentro más en la larga lista de disputas que han mantenido ambos políticos en los últimos años. Entre las principales discrepancias, el reparto de los fondos del Fdcan, la implantación de una planta regasificadora en Gran Canaria y la aprobación de la Ley del Suelo, asuntos que han enturbiado la relación entre ambas instituciones.

Ayer, la tirantez entre ambos mandatarios se agudizó. Esta vez por las aguas sucias. Sin embargo, guardaron las formas. Es más, Morales se mostró "encantado" de poder saludar a Clavijo y éste, a su vez, admitió que "cada uno tiene su estilo" y él procura "ser respetuoso". A la Virgen del Pino rogando y con los vertidos dando.

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