La Villa de Teror continuó ayer las fiestas del Pino con la celebración del Día de las Marías, con dos actos religiosos y una feria de artesanía que congregaron a miles de ciudadanos en el cierre de un largo fin de semana. Como en años precedentes, el obispo Francisco Cases ofició una eucaristía solemne, homenaje del Colegio de Abogados de Las Palmas a su patrona.

Por la tarde, el obispo de la Diócesis de Canarias también presidió el santo rosario, la novena y la concelebración de la eucaristía, que precedieron a la salida en procesión de la imagen de la Virgen del Pino por la calle Real. Pese a una leve llovizna, hubo más fieles y público que en años anteriores, según confirmó el Ayuntamiento. Esta procesión es una de las preferidas por los vecinos del pueblo porque durante el trayecto se realiza una exhibición de fuegos artificiales desde el Muro Nuevo, ayer a cargo de la pirotecnia El Pilar.

Las calles de la villa mariana estuvieron abarrotadas durante la mayor parte del día porque a la festividad de las Marías y al mercadillo dominical se sumó una muestra de artesanía, con más de 30 puestos de oficios tradicionales. También se celebró una verbena del solajero en La Alameda para aquellos que, a la hora del mediodía, aún tuvieran ganas de bailar después de cuatro días seguidos de fiestas.

En la feria, Noelia Cedrés se mostró muy satisfecha por las ventas realizadas, algo poco habitual en estas muestras, en las que los artesanos se quejan de las pocas salidas que tienen diseños. Cedrés es vecina de Santa María de Guía y desde hace tres años comercializa mermeladas y jugos de frutas que elabora en su propia casa. Cree que esta feria de Teror, que se ubica frente a a basílica, es una de las más rentables para los artesanos.

Antonio Yánez Dávila, que construye instrumentos cotidianos de latón y plancha galvanizada, como baldes, regaderas, faroles o palmatorias, también aseguró que hizo más ventas que en otras ferias. Dijo que está acostumbrado a perder dinero con su oficio, pero lo hace por tradición. Y también le recita una poesía del Pino a los clientes.