Tanto la Guardia Civil como la Brigada de Incendios Forestales del Cabildo han ratificado en sus informes, que desde el primer momento apuntaron al origen intencionado de Juan Antonio Armas, el vecino de Tejeda que causó en 2007 el mayor incendio forestal de Gran Canaria.

“Eligió una hora del día de mucho calor, en una situación de alerta máxima, y el foco comenzó en una zona que quedaba fuera de las torres de vigilancia”, aseguran los técnicos del Cabildo. Los técnicos han asegurado que las labores de extinción fueron las correctas y los cuerpos de bomberos actuaron de manera rápida y eficiente con todos los medios que disponían.

Navarro no eludió su responsabilidad este lunes en la primera sesión del juicio que se celebra durante esta semana en la Audiencia de Las Palmas. “Claro que me arrepiento. No quería causar esa catástrofe. Me duele el daño causado, todos esos animales muertos y ese destrozo”, declaró el acusado a la salida de la Ciudad de la Justicia. ¿El motivo? Su contrato como vigilante forestal terminaba, quería que se lo prorrogaran y la empresa pública Gesplan no atendía a sus reivindicaciones por la falta de medios. No se trata de una “excusa” porque “lo que hice fue un disparate”, añadió.