El Cabildo de Gran Canaria ha encargado un estudio sobre el potencial geotérmico que sondeará más de 3.000 puntos en toda la isla para recoger parámetros geoquímicos y geofísicos en el subsuelo, que una vez analizados indicarán si es posible obtener energía eléctrica a través del calor procedente de las estructuras volcánicas. Hasta ahora se han tomado medidas en 2.108 lugares.

El presidente del gobierno insular, Antonio Morales, y el consejero de Desarrollo Económico, Raúl García Brink, han visitado este miércoles los trabajos de campo en uno de esos puntos de medición, muy cerca del parque recreativo de San José del Álamo. Allí, el coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Nemesio Pérez, ha explicado los análisis que realiza un equipo de científicos y estudiantes universitarios de ocho nacionalidades.

El Cabildo ha destinado 435.000 euros para esta primera fase del proyecto, que acabará en 2018, a los que se unen otros 100.000 euros del propio Involcan, ha declarado Morales, quien ha resaltado la apuesta de su gobierno por obtener energía de fuentes "inagotables, limpias y gratuitas".

La parte correspondiente al "análisis de sangre" consistente en "olfatear" la tierra para tomar parámetros geoquímicos de las emanaciones de gases en 3.000 puntos de tierra en el norte, noroeste y este antes de noviembre, de los que ya se ha trabajado en 2.023 puntos, y antes de marzo en otros 40 puntos, en esta ocasión de acuíferos.

La otra parte, la de los "rayos X", es de estudios geofísicos de magnetotelúrica y se concentra en un centenar de enclaves de los que ya han sido estudiados 85, de modo que se llegará al total en apenas dos semanas. Para ello, usan bobinas y electrodos para tomar mediciones hasta 10 kilómetros de profundidad.

Tanto los estudios químicos como los físicos buscan "anomalías" que permitan concluir si puede existir potencial calorífico suficiente para su aprovechamiento energético, lo que se sabrá cuando todos los datos recogidos sean analizados en laboratorio y cruzados, para entonces abordar la segunda fase tras cribar las localizaciones.

Nemesio Pérez, responsable científico de Involcan, ha comentado que se trata de saber si hay reservorios geotérmicos, de un lado, y trampa geológica de otro, es decir "la tapa de una olla", ambas necesarias para el aprovechamiento.

Además, los científicos consideran a Gran Canaria volcánicamente activa, para lo que se debe haber producido al menos una erupción en los últimos 10.000 años y en Gran Canaria se ha producido más de una, la última hace 2.000 años en Bandama.

Canarias, ha subrayado, es el único lugar de España con potencial geotérmico de alta entalpía, es decir, capaces de producir energía. El objetivo es concluir si es explotable, para lo que tiene que estar a no mucho más de tres kilómetros de profundidad, y determinar las zonas en las que se encuentran esas fuentes de calor.

"No podemos seguir sin responder a esta pregunta, pero la búsqueda de este recurso implica un capital riesgo importante y solo con la implicación de la administración se puede avanzar, por eso aplaudo la decisión del Cabildo", concluyó el científico.

La geotermia es una fuente natural de energía almacenada en la tierra en forma de calor que disminuye la dependencia energética de los combustibles fósiles como el petróleo, el impacto ambiental que produce su aprovechamiento es mínimo, conlleva ahorro económico y reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera.

El impacto que puede tener la geotermia en Gran Canaria es importante, y de confirmarse su potencial puede dotar al sistema energético insular de una fuente de energía renovable, libre de emisiones y de producción continua durante todo el año, lo que contribuiría a reducir los costes de generación eléctrica, mejoraría la seguridad en el suministro y garantizaría la protección del medio ambiente.

Este aprovechamiento energético existe en Azores, donde la isla de São Miguel, con 138.000 habitantes, cuenta con dos pequeñas plantas geotérmicas con una potencia de 13 y 10 megavatios cada una que generan energía para abastecer el 44% de la demanda eléctrica local.

Islandia es otro ejemplo destacado ya que la geotermia proporciona el 67% de la energía para la calefacción de los edificios y la electricidad.