El sol aún no se había asomado por el este cuando el pastor José de la Cruz Mendoza, más conocido como Pepe el de Pavón, comenzó a preparar a su rebaño ovino para hacer la trashumancia desde los aledaños del Roque Bentayga hasta su cortijo en los altos de Santa María de Guía. Por suerte, el pastor y sus animales lograron pasar Cruz de Tejeda antes de que se propagara el incendio.

Antes de la desgracia, a pocas horas del alba, Pepe partió rumbo al Cortijo de Pavón. Las ovejas estaban nerviosas desde que les colocaron los cencerros. "Hay que prepararlas a última hora, porque sino no duermen en toda la noche", señaló el ovejero. Pepe se lleva a unas doscientas que están a punto de parir y dar la leche. "Sobre principios de octubre darán luz y hay que llevarlas a casa para que estén tranquilas", desveló.

Pero las ovejas se olían el tema. Venían balando del tema desde que el rebaño, compuesto por 300 rumiantes, fue separado en dos grupos. "Para ellas es un día especial, saben que se van de excursión y están exaltadas", aseguró. Pepe cuenta con la ayuda de los pastores de la zona que siempre se echan una mano unos a otros cuando salen de trashumancia. "Aquí no hay competencia, sino compadreo", declaró Cristóbal Moreno, compañero de profesión.

El día se preveía tranquilo, el tiempo acompañaba y las 225 ovejas habían sido separadas del resto de rebaño con más o menos acierto. "Es para lo que avisé a la gente preparada, porque hay que saber del tema para elegir cuales llevarnos y cuales se quedan", señaló Pepe. No era un desplazamiento normal. El rebaño iba a estar acompañado por técnicos del Cabildo, que traían a un equipo para grabar un documental de la trashumancia con dron incluido. También estuvo una televisión surcoreana que grabó el proceso desde tierra y aire. "No sé cómo se enteraron pero aquí están documentando a mis ovejas", detalló Pepe.

La comitiva partió a las 8.15 horas rumbo a Cuevas Caídas, para subir hasta Cruz de Tejeda y continuar por las cumbres del norte hasta llegar al Cortijo de Pavón, en los altos de Guía. La expedición requiere logística. Un par de camionetas con un surtido de atarecos y provisiones para los perros, medicinas por si alguna oveja se lastima, agua y el garrote. La mujer de Pepe tiene toda una fiesta montada para la llegada de la trashumancia. "Hay dos corderos y papas arrugás para todo aquel que complete el camino", aseguró el pastor.

La cosa prometía. El calor parecía que iba a permitir que el recorrido se completase dentro del horario previsto. "Alcanzaremos Tejeda a las once y Guía antes de las dos", detalló Pepe. La subida a Cruz de Tejeda estuvo exento de complicaciones. "Un poco duro la subida del último repecho pero estamos preparados para esto", declaró Moreno a su llegada al Parador.

Fuego a la vista

El rebaño continúo su marcha por detrás de Cruz de Tejeda a las 11.20 horas. Pocas horas después, sobre la hora prevista, alcanzaron el Cortijo de Pavón y se celebró el almuerzo prometido. Isidoro Jiménez, técnico de la Consejería de Agricultura del Cabildo, regresó de la comida a Tejeda junto al consejero del Sector Primario, Miguel Hidalgo, y el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Francisco Padrón. A las 14.30 horas alcanzaron el Parador, cuando ya se había declarado un conato de incendio en las inmediaciones.

"La gente seguía comiendo y unos pastores querían bajar a por una ovejas para ponerlas a salvo", detalló Jiménez, que estuvo a punto de acceder a descender. "Un técnico del Cabildo nos desaconsejó bajar por el peligro a que las llamas nos rodeasen por el viento que soplaba", afirmó. Pocos minutos después el incendio alcanzó Cruz de Tejeda y Jiménez fue testigo de como el fuego se propagó a toda velocidad por los alrededores del Parador. "Fue impresionante, las llamas pasaban por encima del hotel", describió. Jiménez eludió la tragedia por pocos minutos. "Si no llegamos a hacer caso al técnico nos habrían devorado las llamas a los tres", señaló.

Tanto las ovejas que Pepe dejó atrás en el Bentayga como las de la Quesería Cortijo Daniela se salvaron del incendio por poco. "Dos amigos consiguieron poner las ovejas que queríamos rescatar a salvo en Cueva Caída", detalló Jiménez, que reconoció haber pasado "bastante miedo" cuando el fuego alcanzó el Parador "en cuestión de minutos". Pepe, por su parte, dio gracias al cielo porque el fuego se iniciase después de su paso por Tejeda. "Parecía una trashumancia tranquila y al final evitamos una tragedia por los pelos", sentenció el pastor con el rebaño a salvo.