Los mayores damnificados del incendio forestal que devastó la cumbre grancanaria han sido los animales que, abandonados por sus dueños, tuvieron que huir de las llamas por sus propios medios. Muchos vecinos no tuvieron la oportunidad de ponerlos a salvo porque se encontraban trabajando fuera del municipio. Las protectoras rastrean las áreas afectadas en busca de animales heridos o desorientados. En el centro hípico de San Mateo se ha establecido un centro de veterinarios voluntarios que valoran y realizan las primeras asistencias a los animales rescatados precisan.
El centro de San Mateo ha sido el primer punto por el que pasan los animales afectados, que luego son derivados al albergue de Bañaderos, en Arucas, o a la perrera de San Mateo para que estén más cerca y accesible a los dueños. "Hacemos un primer reconocimiento de los animales, que en su mayoría han sido perros", detalló Maku Aguilera, una de las veterinarias voluntaria. El puesto provisional ha recibido infinitud de donaciones de organizaciones animalistas que les han hecho llegar agua, mantas y comida, tanto para los animales como para los voluntarios.
"Nos organizamos en turnos, somos cinco veterinarios aquí, mientras otros rastrean las zonas", detalló Ayoze Saavedra. Los veterinarios voluntarios suplican al Gobierno de Canarias y al Cabildo que realicen un protocolo de actuación que tenga en cuenta a todos los animales. "Sí que pautas para la evacuación de personas, pero los rebaños, los animales domésticos y los salvajes siempre se quedan atrás", denunció Aguilera.
El incendio se cobró la vida de una mujer sueca de 60 años que intentaba rescatar animales en la zona afectada. "Tampoco se puede ir a lo loco, siempre hay que hacer todo con seguridad y cabeza", explicó Aguilera, que valoró el esfuerzo de la mujer. "Es una pena, porque quería hacer bien y el fuego creció y la atrapó cerca de su casa", señaló.
El colegio veterinario se ha encargado de coordinar el trabajo de los voluntarios, que en un primer momento intentan atender a los animales en San Mateo para luego derivarlos a Bañaderos, donde los que peor están son atendidos y puestos en observación. "Los perros inicialmente pasan por aquí porque estamos más cerca de los dueños para que puedan regresar con ellos", desveló Lara Palacio, otra veterinaria voluntaria.
Durante el día de ayer, cuando el incendio se dio por controlado, muchas protectoras de animales subieron a las cumbres grancanarias para buscar animales y dejar puntos de comida para que los salvajes puedan sobrevivir en un panorama desolador. Mientras, en San Mateo, un perro abandonado y que sobrevivió solo al incendio era atendido. "El can llegó flaco, podría llevar días sin comer, pero aquí está bien atendido y es muy bueno con la gente", aseguró Palacio. El estado del perro desvela que fue abandonado mucho antes del incendio y probablemente vagase por los pinares en busca de comida cuando fue sorprendido por el incendio. "Tenemos que buscarle un hogar", detalló Aguilera. También había un cachorro de pocos meses que encontraron desorientado cerca de una carretera en la cumbre. "Tiene poco de vida, es muy juguetón y será difícil localizar a sus dueños sin chip", explicó Saavedra.
Enrique Rodríguez, presidente del Colegio de Veterinarios, se dirigió por carta al alcalde de Tejeda, Francisco Perera, para que "en caso de que podamos serles de utilidad y siempre que una autoridad se ocupe de la coordinación de nuestros colegiados voluntarios, éstos se desplacen a las zonas afectadas a prestar apoyo técnico a los animales que así lo precisen, ocupándose este Colegio de proveerlos, en la medida de lo posible, de material y medicamentos necesarios". "Hubo un vecino en Tejeda que no nos dejó atender a su burro porque pensaba que le íbamos a cobrar dinero", desveló Aguilera, "y es importante que sepan que estamos aquí de manera voluntaria y que queremos prestar nuestra ayuda a los animales", sentenció.
