El cielo de Valsequillo se iluminó anoche con un maravilloso espectáculo de fuegos de colores por obra y gracia de Pirotecnia San Miguel, que un año más se encargado de adornar con su trabajo las fiestas en honor a San Miguel Arcángel. Se mantiene así viva la labor iniciada por el fueguista Juan Ramón Martel Dávila, popularmente conocido como 'Ramoncito', fundador de esta empresa emblemática, donde trabajó junto a su mujer y familia para ofrecer su gran trabajo de carácter artesanal.

Esta rica herencia data de varios siglos, y en la actualidad ha pasado a manos de su hijo Ramón Martel Martel, quién aprendió desde niño el oficio de manos de su padre, de sus abuelos y otros grandes profesionales canarios, para llevar su buen hacer por todo el mundo.

Ramón Martel combina a la perfección tradición con los últimos avances del sector, añadiendo artesanal con nuevos productos ofreciendo pirotecnia de todo tipo (fuegos artificiales, efectos especiales, de escenario?) y herramientas de trabajo para conseguir espectáculos siempre diferentes y sorprendentes.

El equipo de la Pirotecnia San Miguel no sólo está presente en todas las Islas Canarias, sino que también lleva los fuegos canarios a otros lugares, como Berlín, donde sus fuegos artificiales se impusieron a los chinos y alemanes en el concurso internacional celebrado sobre el agua del lago Wannsee.