Los niños de Moya identifican a la mujer rural con una persona que se dedica al sector primario porque no tuvo otra opción, y que además tiene escasa formación académica. Esta es una de las conclusiones de un informe sobre la concepción de la mujer rural entre la población infantil de este municipio norteño, que ha realizado la psicóloga hondureña Ana Cristina Férnández, después de entrevistar a 58 escolares de los seis centros de infantil y primaria de la localidad. Este trabajo de investigación que ha impulsado la concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento y será presentando el próximo viernes dentro del programa Surca Villa de Moya que se viene desarrolando a lo largo de esta semana se marca como reto poner en marcha un plan de acción para trabajar sobre la igualdad de la mujer, a través de la participación de la familia y de los profesores.

“Siembran la semilla para la comida recogen la cosecha. Eso es lo que hace una mujer rural” fue la definición que dió un estudiante del Colegio de Educación Infantil y Primaria de Carretería. “Se dedican a recoger a sus hijos y tender la ropa” señaló otro niño del centro de Fontanales. “Las mujeres rurales son las que cuidan la casa, limpian y hacen lo de las plantas” respondió un alumno del centro Agustín Hernández.

Si bien el municipio de Moya es un municipio rural, y sus mujeres son rurales, en tanto que viven en una localidad de menos de 10.000 habitantes, en concreto este pago tiene 8.042 vecinos, el 76% de los entrevistados expresaron no haber escuchado hablar antes de este término. Ante esto, los investigadores se vieron obligados a darles una breve explicación durante las entrevistas, y pese a esa aclaración, los participantes siguieron vinculando a las mujeres con actividades limitadas a la agricultura, la ganadería y las tareas domésticas.

La psicóloga becaria de Erasmus por la Universidad de Padua, (Italia) apuntó que aunque parezca increíble ninguno de los niños vinculó a la mujer del mundo rural con una abogada, una administrativa, una arquitecta, o cualquier otra tarea que no tenga que ver con el campo o la casa.

Además, al ser preguntados si consideraban que sus madres son mujeres rurales, el 53% entiende que lo son porque realizan tareas domésticas o otras relacionados con la agricultura y la ganadería. “Yo digo que mi mamá no es rural, ella no oplanta nada”. Así de tajante se mostró un alumno del colegio del Frontón. “La mujer rural no tiene derecho a las máquinas, no puede usar un aparato digital, un ordenador” respondió otro estudiante del colegio de Carretería A su vez, en Fontanales otro alumno señaló que se trata de “una mujer que no estudió lo suficiente para conseguir otro trabajo y dinero, y aprovechó y se dedicó a la agricultura”.

Pese a que las mujeres de este municipio además de realizar tareas de ama de casa, y tambien en muchos casos en el campo, tienen un empleo en una empresa privada o en la administración, y algunas continuán su formación académica, para los estudiantes de primaria el hecho de vivir en el campo está relacionado con el escaso uso de la tecnología y es una opción ante una escasa cualificación laboral.

Asimismo, las labores de la casa como limpiar, fregar la loza o cocinar siguen lideradas por la madres, y los niños así lo confirman en las entrevistas. Cabe destacar que en algunas casas son las abuelas las que brindan su apoyo a la sobrecarga de trabajo de las madres. “Mi abuela es la que cocina y hace todo en la casa” aseguró un alumno de La Costa.

Para el 64% de los encuestados, las madres son las personas que más trabajan fuera y dentro de sus hogares. En cuanto a la distribución de las tareas , la tendencia es la misma y desvela la poca implicación de los padres. “Creo que si mi madre no ha ce toda la casa estaría tirada y sucia” señaló uno de los estudiantes. Estas respuestas y argumentos evidencian la interiorización del rol femenino en una sociedad donde existe desigualdad entre hombres y mujeres, siendo esta una norma social, y también la escasa visión de las mujeres rurales.