Red Eléctrica de España ampliará cinco años después el estudio geotécnico y geológico realizado en 2012 para conocer las características del terreno donde se ubicará la estación hidroeléctrica de bombeo Chira-Soria, cuya construcción está prevista que se inicie en 2018.
Los trabajos, que comenzarán el próximo 20 de noviembre, consistirán en la exploración del terreno en diferentes profundidades para conocer en detalle las particularidades del suelo donde se asentará la estación, entre los términos municipales de San Bartolomé de Tirajana y Mogán. Red Eléctrica de España estima que el análisis, para el que ha presupuestado 1,5 millones de euros, tendrá una duración aproximada de nueve meses.
REE también realizará pruebas específicas para el diseño optimizado de las cavernas donde se alojarán la central y la subestación. En la costa de Arguineguín, en relación a la planta desalinizadora, se realizará un ensayo de bombeo de agua de mar para estudiar la permeabilidad del terreno.
Red Eléctrica sigue así adelante con sus planes para construir la central y sus instalaciones auxiliares. El pasado mes de octubre los ayuntamientos de San Bartolomé de Tirajana y Mogán solicitaron a la compañía eléctrica el traslado de esta planta desaladora situada en Arguineguín a terrenos de Santa Águeda, donde ya funciona una depuradora. Los regidores quieren evitar que la planta desaladora ocupe espacios que podrían ser destinados a uso turístico y la dinamización de la economía de ambos municipios. Aunque en un principio la compañía eléctrica había previsto situar la desaladora en una zona de la entrada al municipio de Mogán, la negativa del Ayuntamiento permitió que la empresa cambiase de opinión y aceptase moverla hasta el barranco de Arguineguín. Sin embargo, pese a que desde el Cabildo de Gran Canaria se aseguró que la empresa no tendrá problemas para moverla una segunda vez hasta Santa Águeda, lo cierto es que por ahora la compañía no se ha pronunciado al respecto.
Apenas cuatro meses antes, en junio de este mismo año, el Consejo insular de Aguas de Gran Canaria aprobó este proyecto de Red Eléctrica, un informe favorable que permite a la compañía iniciar los trámites en la consejería de Industria del Gobierno canario y su declaración de impacto medioambiental.
La memoria ambiental presentada por la compañía hace poco más de un año revelaba que la central hidroeléctrica generará daños ambientales en la costa de Arguineguí. El proyecto tendrá "afecciones potenciales" sobre el suelo marino, comunidades de algas y el desarrollo de la actividad pesquera como consecuencia de la salmuera de la desaladora y la puesta en marcha de los tubos submarinos diseñados para la captación del agua y los vertidos producidos por la instalación. Entre las medidas correctoras, REE propuso crear la Red Canaria de Zonas protegidas para el Buceo.
Red Eléctrica de España asumió por completo el proyecto tras la cesión del mismo por parte de la anterior adjudicataria, Endesa, el 23 de enero de 2015. A partir de entonces, la empresa practicó una serie de modificaciones que le han reportado la luz verde por parte del Cabildo grancanario.
En el proyecto, la presa de Chira, en la parte alta, ejercerá las funciones de depósito superior, y la de Soria, en la baja, de depósito inferior. Junto a ello se proyecta la construcción de un pozo de bombeo en el litoral que suministre agua a las presas en épocas de sequía, garantizando su funcionamiento durante todo el año. Además, esta conducción del agua desalada a la zona alta de Gran Canaria, que se acumulará en los embalses, posibilitará que los agricultores del centro y sur de la isla se abatezcan de agua durante todo el año, sin causar perjuicio alguno en sus cosechas.
La central hidroeléctrica, que tendrá una potencia de 200 megavatios, requerirá de una inversión de 320 millones de euros y creará 500 puestos de trabajo directos y se estima que otros 1.500 indirectos durante la construcción. La central es una infraestructura esencial para avanzar hacia las energías renovables en Canarias.
