El Cabildo de Gran Canaria dejará de matar a las cabras asilvestradas que campan por la Reserva Natural Especial de Güigüi, en La Aldea de San Nicolás, después de que la Comisión Europea haya aceptado el plan alternativo presentado por la Corporación para erradicar, con la técnica de la apañada, al ganado guanil que amenaza los endemismos de Gran Canaria. El Cabildo finaliza la matanza 19 meses después de ponerlas en marcha.

Europa ha validado la prórroga de un año del proyecto Life+ Guguy, que concluía este 31 de diciembre de 2017, para que el Cabildo demuestre la viabilidad de un plan que incluye "la perspectiva sociológica, la mediación, la comunicación horizontal y la integración de la población rural", según explicó ayer el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez. Es decir, la institución tratará de implicar a la ciudadanía en la conservación de la flora endémica. El Cabildo asumirá esta prórroga con un presupuesto de 100.000 euros.

A través de una campaña de pedagogía social, que incluye el desarrollo de jornadas y talleres, el Cabildo quiere trasladar a la ciudadanía la gravedad del problema de las cabras asilvestradas y la urgente necesidad de retirarlas de los espacios naturales. Esta campaña de información y concienciación llega precedida por el fuerte rechazo social que se produjo el año pasado a raíz de que Medio Ambiente decidiese eliminar al ganado guanil mediante la técnica de la abatida a tiros. Se inició entonces un movimiento en pro de la defensa de los derechos de los animales frente a la protección del ecosistema.

Life+ Guguy nació con el objetivo de recuperar el bosque de sa-binas y cedros en la Reserva Na-tural Especial de Güigüi, en avanzado estado de degradación por la acción de estos animales, y con el propósito también de retirar esta amenaza que provoca que la flo-ra y la fauna endémica se encuentre en estado crítico de conservación. Y lo está consiguiendo. Tal como explicó ayer el consejero, el proyecto ha logrado multiplicar la población de cedros, al pasar de los 48 ejemplares censados a más de 1.000. Además, el proyecto ha plantado más de 20.000 árboles con una tasa de supervivencia del 70%.

Para Rodríguez "es importante que la Administración, la comunidad científica y la población caminen de la mano", así que ya ha establecido acuerdos con pastores y colectivos que se dedican al Salto del Pastor para que las apañadas sean más efectivas y masivas, ya no solo en la zona de Güigüi, sino en los principales espacios naturales de Gran Canaria.

Según Gustavo Viera, director del proyecto Life+ Guguy, se estima que dentro de la Reserva haya una población de cabras de entre 500 y 700 ejemplares, "aunque hay que tener en cuenta que los animales no tienen barreras y el número puede variar". Viera afirmó que no hay estudios concretos sobre la cantidad de cabras asilvestradas en Gran Canaria, pero según los cálculos que baraja el Cabildo podrían haber hasta 2.000 ejemplares repartidos por la Isla. El especialista explicó que las solicitudes para realizar apañadas han aumentado de las 20 al inicio del proyecto a las más de medio centenar previstas para 2018. "Aunque lo fácil sería volver a las abatidas", sostuvo Rodríguez, "haremos un trabajo de concienciación tal que generemos el hábito de no soltar a las cabras", y para eso se necesita el compromiso de la ciudadanía y, sobre todo, de la población rural. Aunque los animales recogidos por particulares se destinan generalmente a consumo propio, el consejero de Medio Ambiente afirmó que su área trabaja en conjunto con el Gobierno de Canarias para valorar la posibilidad de que los ejemplares capturados se comercialicen o se reintroduzcan en otros ganados.

Una carta de la Comisión Europea recuerda que "la subvención del proyecto en su totalidad [para el que hay asignados unos 600.000 euros] queda supeditada a la eliminación y a tener garantías de la exclusión permanente de la presencia de las cabras asilvestradas de la Reserva de Güigüi antes de finales de 2018". En la misiva, la CE indica que si la medida de la apañada no resulta efectiva, deberá comenzar "de forma inminente una campaña intensiva de abatida de las cabras mediante personal especializado".

Cuestionados sobre la posibilidad de colocar un vallado que proteja las zonas en las que se ubican los endemismos amenazados por las cabras asilvestradas, el director del proyecto, Gustavo Viera, explicó que es una opción imposible dada la inaccesibilidad para las personas por la complicada orografía del terreno. Por su parte, el titular de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, se mostró confiado en el éxito de este programa y en la posibilidad de que en un futuro la idea se exporte a otros países del mundo. El consejero encargará un estudio para conocer el impacto de las cabras sobre el ecosistema de Gran Canaria.