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Con mucho tino -Talento Gran Canaria (25)

Escamilla Hadia, arquitecto de alta energía

El joven grancanario ha participado en la ampliación del colisionador de partículas de Oxford

Escamilla Hadia, arquitecto de alta energía

Una actividad tan, en principio, inocua como pintar y garabatear sobre los planos constructivos de un padre puede tener unos efectos secundarios imprevisibles. Alejandro Escamilla Hadia, nacido en un 16 de junio de 1988, es un sujeto que hoy desarrolla una patología que se inicia en el colegio Marpe de la capital grancanaria y que continuó en el instituto de Siete Palmas.

Criado en un entorno familiar cuya actividad económica se centra en la instalación de sistemas de climatización y aire acondicionado, el entonces chiquillo tiraba de rotuladores y otros elementos de rayar para 'reinterpretar' los serios diagramas de la firma empresarial.

"Bueno, más bien me dedicaba a colorear", matiza desde Londres. A eso se añadió, con el crecer la pasión que comparte con su madre por la UD Las Palmas y la afición por la fotografía ensolerada en los paisajes de El Cotillo, donde pasaba sus vacaciones familiares, y de las que mantiene el recuerdo del aroma a salitre, lapas y demás mariscos.

Entre una cosa y otra, más un hermano mayor ingeniero, fue plasmando una vena artística que fue decisiva a la hora de cursar sus estudios universitarios. "La verdad es que no lo tenía muy claro", frena en seco en su relato, "pero tuve una conversación con mi padre: Si te gusta dibujar y crear cosas, eso se llama arquitectura, me dijo, y si bien no comencé con mucho entusiasmo enseguida me empezó a enamorar".

Es el año 2008. A partir de ahí tira a ritmo de ametralladora. "Académicamente no soy un lumbreras, pero sí muy curioso". Y la curiosidad le lleva, entre otras, a cursar un año en Roma, vía Erasmus.

"Entré en la Sapienza, y Roma, en términos de arquitectura es el Nirvana. Hasta mirando al suelo te quedas embobado. Desde su primera piedra hasta el último monumento, toda la ciudad cobra sentido. Entre las ruinas puedes leer el diálogo de un urbanismo hermoso y bello, no tanto en el sentido académico sino en cuanto a vivencias y es uno de los lugares que recomiendo a muchísima gente".

Regresa a Gran Canaria a cursar quinto, y como proyecto realiza el Taller de los Paisajes Mixtos, un hotel entre plataneras de los Llanos de Aridane bajo la dirección de Magüi González, profesora de Proyectos Arquitectónicos, Premio Canarias de Arquitectura de los años 1996 y 2006 y finalista de los premios Fad 2006 y X Bienal de Arquitectura Española. Escamilla Hadia no ahorra elogios para González. "Es una persona que me inspira muchísimo" y a la que la coloca entre lo mejor de la docencia y la arquitectura canaria, "y si encima es mujer, en un entorno que aún puede considerarse masculino, pues muchísimo mejor".

Termina en la ULPGC en 2014 y coge los bártulos rumbo a Londres. Con un Erasmus Prácticas ficha en AMBS Architects, donde junto con la también arquitecta canaria, Minerva de León, entre otros, diseñan una ciudad en Irak comisionada por su gobierno.

Alejandro dibuja el paisajismo en torno al acceso de la futura urbe, el de sus seis puertas de entrada a través de parques, edificios efímeros y de tránsito. "Luego sucede la crisis del gas y del petróleos, más las sanciones a los países árabes, y el proyecto se estanca".

Pero no fue una experiencia en balde. "Aprendí muchísimo y me divertía, era como seguir en la universidad pero quería ahondar en la vida profesional -aunque de siempre lo mío es hacer un doctorado- y me busqué una empresa enfocada a levantar edificios. Así fue como me fui a la firma Berman Guedes Stretton Architects, en la que me he enganchado a la arquitectura (y donde ahora sí que me he amargado por no iniciar el doctorado)", desliza entre risas.

En Berman Guedes Stretton no se entretienen con minucias, y nada más empezar "me involucran en un proyecto de ampliación de un pequeño acelerador de partículas, el Diamond Light Source de Oxford". Ahí comienza a profundizar en el sistema BIM (Building Information Modeling), que modeliza la estructura en tres dimensiones digitalmente, frente a las dos de los planos tradicionales.

"Trabajaba con coordenadas reales más precisas que el milímetro. Eran losas de hormigón cuyas tolerancias mediamos en micras", ya que el más mínimo fallo, "y 'revientas' Oxford, y ahí digo, a por ello". A partir de ese trabajo le encargan, para la facultad de Arquitectura de la Universidad de Oxford Brookes, la gestión de rehabilitación "de tres edificios enormes y su espacio publico central" y coordinarlo con empresas de renombre como ARUP, una multinacional de instalaciones y estructuras con presencia en casi 37 países y 10.000 profesionales.

Después de ese cometido le cae otro en el University College London, (UCL) para levantar laboratorios en pleno Oxford Circus, "y ahí me empapo de sistemas constructivos de vanguardia y un nivel de coordinación muy exigente. Y disfruto. Esa obra ya está entregada y es cuando me dan la oportunidad de levantar un proyecto propio desde la fase de diseño a la obra: un Lecture Theatre (o auditorio) situado en un college al suroeste de Londres para 250 personas que requiere demoler un edificio y reforzar estructuras".

Alejandro se confiesa entusiasmado: "Estuve esta semana en la obra..., y está preciosa. A principios me dio vértigo pero recurrí al BIM e incluso me pidieron impartir un seminario para mostrar su utilidad porque se trata de un proyecto bastante didáctico".

Ahora tiene entre manos otro desafío. 17 chalés en Cornualles, con una importante inversión y del que ha generado la documentación técnica del proceso constructivo que empieza este enero.

Pero su fuelle aún da para más. Su empresa ha quedado finalista de un premio que otorga la prestigiosa revista de arquitectura AJ 100 por un proyecto en Birmingham. "Yo me encargo de la presentación en realidad virtual del edificio, y la preparo de tal forma que se puedan utilizar las gafas Google VR".

Este mismo sistema ya lo está empleando para enseñar a los clientes sus propuestas arquitectónicas ya que a través de las gafas "pueden pasear por el exterior y el interior de los futuros inmuebles y poder decidir qué es lo que les gusta, qué lo que no, y solicitar cambios y mejoras. Esto se lleva a cabo a través de un software para el que tengo configurado un plugin de exportación para ello."

Este 'recorrido' por habitaciones, pasillos y estancias se apoya a su vez en el ya citado Building Information Modeling, del que asegura que "es una pasada y que de hecho ya es obligatorio para proyectar los edificios oficiales, o en el caso de las universidades, que si bien son privadas, son tan importantes que requieren proveerse de un modelo BIM que les otorgue una garantía constructiva de al menos 25 años".

Alejandro explica que la perfección del método llega a un punto de que si el inmueble tiene una pérdida de agua dentro de diez años, "vas al ordenador y puedes seguir el recorrido de esa fuga hasta dar con el origen. Por todos estos motivos los usamos mucho para que los propios estudiantes puedan hacer comentarios para evaluar un proyecto, metidos de lleno con el BIM y la realidad virtual".

Alejandro asegura que en Londres "recibes experiencias muy positivas y ves cosas que difícilmente puedes ver en Canarias porque no son factibles, pero al final las islas son donde tienes a la familia, es donde naces y no pierdo de vista hacer un doctorado porque me encanta enseñar y quiero estar vinculado a la ULPGC y es un potente motivo por el que me gustaría volver". Y subraya que "en el fondo, el archipiélago es un mundo en sí mismo: Tengo compañeros de nueve nacionalidades diferentes , y el que me dice que va de playa a Bahamas termina en Fuerteventura, el que quiere ir a Chile por astronomía lo envío a La Palma, y al que no a Lanzarote, Gran Canaria o Tenerife, y sí, ¡disfrutan como niños, todos encantados!"

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